Las Cerezas
Beneficios, Nutrientes y Propiedades de Las Cerezas
La cereza es la fruta que se obtiene del cerezo, un árbol
cuya madera es muy valorada en la ebanistería. Se cree que es originaria de
Mesopotamia y fue una fruta muy apreciada por griegos y romanos que
contribuyeron a su extensión en el mundo. En la actualidad, el cerezo se
cultiva en diferentes regiones de clima templado. Sus propiedades nutritivas
aportan numerosos beneficios para nuestra salud.
De color rojo intenso, este fruto de hueso, presenta una
forma redondeada, con piel lisa y rabillo largo. Su pulpa es muy jugosa y puede
adquirirse en los mercados de fruta en los meses de abril a septiembre, aunque
la cereza es más abundante en los meses estivales. Los médicos de la Antigua
Grecia ya le tenían una alta estima por las propiedades limpiadoras que se les
atribuye.
Las principales variedades de cereza, también conocida como
guinda, son la dulce, Prunus avium, la guinda o cereza ácida, Prunus cerasus, y
el cerezo Duke, un híbrido de las especies anteriores. Es la pariente menor de
la familia de los Prunus, es decir, las ricas frutas de hueso y pulpa carnosa
como la ciruela, el albaricoque y el melocotón.
Beneficios y
nutrientes
Dentro de las especialidades de cerezas podemos distinguir
entre las de corazón negro, rojas oscuras o granate, que poseen una carne
sabrosa y blanda. Una fruta que tiene un alto contenido en carbohidratos,
vitamina A y potasio. Se le conoce también como el alimento del cerebro, porque
su ingesta ayuda a conservar la memoria.
Las cerezas poseen una serie de atributos que resultan muy
beneficiosos para nuestra salud. Esta fruta tiene propiedades desintoxicantes,
anti-inflamatorias y remineralizantes. Facilitan la eliminación de ácido úrico
en la sangre, ayuda a prevenir la anemia y sirve como laxante y diurético,
gracias a su rico contenido en fibra, agua y potasio.
Gracias al aporte vitamínico y bioflavonoide que contiene la
cereza, la convierte en un excelente antioxidante, lo que ayuda a retrasar el
envejecimiento y aliviar síntomas de enfermedades como la artritis. Posee
melatonina, una sustancia que regula el ritmo cardiaco y los ciclos del sueño.
Es también una rica fuente natural de antocianinas y vitaminas,
sobre todo A y C. Posee ácido elágico, una sustancia que inhibe la reproducción
de las células cancerígenas, por lo que su consumo protege contra esta
enfermedad. Su aporte de ácido fólico, la convierten también en una fruta muy
recomendable para las embarazadas.
Las cerezas negras poseen un contenido más elevado de
potasio, hierro y magnesio, aunque todas las variedades son una fuente natural
de silicio y provitaminas. Todas las variedades de esta fruta poseen mucha
fibra, lo que favorece la circulación intestinal y la eliminación de líquidos.
Propiedades curativas
Como a otros muchos alimentos naturales, a la cereza se le
atribuye una serie de propiedades curativas, que han sido aprovechadas desde la
antigüedad por la medicina griega. Aunque no todas las personas que la consumen
no obtiene la misma respuesta, su efecto analgésico es el más característico de
esta fruta.
Desde hace siglos, se conoce el poder depurativo de la
cereza y cómo su ingesta favorece la eliminación el ácido úrico de los
pacientes. Diversos estudios acreditan que comer entre 15 a 25 unidades al día
o beber zumo de cereza ayuda a evitar los ataques de gota.
Su bajo aporte calórico y su alto contenido en fibra y
agentes diuréticos, hacen de a la cereza un alimento muy atractivo para aquellas
personas que quieren bajar su peso.
Recomendable para enfermos con arteriosclerosis por sus
propiedades antioxidantes y depurativas. Su efecto laxante, hace que su ingesta
ayude al tránsito intestinal de las personas con estreñimiento. Su alto contenido
en hierro las hace efectivas para las personas con anemia.
También es aconsejable el consumo de cerezas para personas
con hipertensión y cálculos renales. La toma de tisanas, elaboradas con rabos
de cerezas, ante de las comidas, alivia a los pacientes con cólicos de riñón.
El poder anti-inflamatorio de las cerezas, hacen que
favorezca la reducción de dolores, sobre todo, de las sobrecargas de músculos y
tendones. Por tanto, su consumo también es muy recomendable para los
deportistas.
Los rabos de las cerezas se utilizan también para la
elaboración infusiones que ayudan en el alivio de los síntomas de enfermedades
como la bronquitis, cistitis, ictericia, resfriados, catarros, tos o
infecciones de garganta.
Sabrosa fruta
El rojo intenso que caracteriza a esta fruta, le otorga un
poder atractivo para nuestra vista. Su jugoso sabor le convierte en un fabuloso
postre para consumir de manera natural, bien tras la comida o como merienda.
En zumos, infusiones, helados, confituras o en cremas
reposteras, el dulce sabor de la cereza invita a degustarla de múltiples
maneras. Una fruta ideal para darnos un gusto al paladar, reportando numerosos
beneficios para nuestra salud.
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