Tu yo sagrado
Wayne W. Dyer
Sé que en cada momento soy libre para decidir.
La penetración psicológica más importante que puede tener es
darse cuenta de que ha estado mirando en la dirección errónea durante la mayor
parte de su vida.
Tómese un momento, ahora mismo, para comprender lo que
quiero decir. Imagínese en cualquier postura que le apetezca. De pie, sentado,
echado, la que le resulte más fácil de imaginar. Ahora observe la
representación mental de usted mismo. Lo que ve es alguien está siempre mirando
hacia otra parte, no hacia sí mismo. Siempre mirando fuera de usted. ¡Está
mirando en la dirección equivocada!
Ahora imagínese que es capaz de darse la vuelta y mirar en
la dirección opuesta. Si de alguna forma pudiese hacer eso, estaría mirando
hacia su interior.
Esto no es una forma de gimnasia mental en la que meramente
uno se imagina volviéndose y mirando hacia su interior. Estoy sugiriéndole una
manera de conocer su identidad espiritual. Estoy sugiriéndole que acepte el
reto y tome el sendero de su búsqueda trascendental. A todos nos han enseñado a
mirar al exterior en busca de sustento: mirar más allá de nosotros mismos en
busca de fuerza, amor, prosperidad, salud, felicidad y satisfacción espiritual.
Se nos ha condicionado para creer que recibimos la gracia de la vida de algún
punto externo a nosotros. Pero es posible invertir la dirección de nuestros
ojos de fuera hacia dentro. Y cuando lo hacemos, encontramos una energía que
habíamos percibido, pero no identificado.
Energía Divina
En los seres humanos palpita una energía divina. El poder de
esta energía impregna todo nuestro ser y nos permite realizar todas las
funciones del vasto repertorio de los pensamientos y conductas humanas. En esta
energía divina existen dos aspectos. El aspecto externo hace que el corazón
lata, los pulmones se hinchen y los sentidos funcionen: en esencia, mantiene
vivos nuestros cuerpos. El aspecto interno de esa energía está dormido, pero
podemos despertarlo. Este universo interno es más vasto que el externo. El
júbilo interior hace que todo el júbilo que se experimenta en el mundo de los
sentidos parezca carente de significado. Cuando se experimenta esa luz interna,
añade a la vida una brillantez que no se parece a nada que puedan describir las
palabras.
Cuando uno descubre su yo más sublime, experimenta esa
energía interior y permite que guíe su vida. El adjetivo más corriente para
describir esta fuerza interna es “espiritual”. Cuando hablo de espiritualidad y
de ser espiritual, describo una actitud hacia Dios, un viaje interior de
iluminación. Hablo de desarrollar las cualidades divinas de amor, perdón,
bondad y éxtasis que tenemos dentro. Según mi interpretación, la espiritualidad
no es cuestión de dogmas ni de reglas. Es luz, júbilo y concentración en la
experiencia del amor y el éxtasi interno, y transmitir esas cualidades al
exterior. Al viaje destinado a descubrir su yo más sublime lo llamo “Búsqueda
sagrada”
Definición De Su
Búsqueda Sagrada
La energía esencial que le ha alimentado durante toda su
vida es la energía exterior. Ésta energía exterior mantiene la vida, pero no
proporciona la sensación de éxtasis y plenitud que anhelamos.
En su libro Mistery of the Mind (El misterio de la mente),
Swami Muktananda describe la experiencia de la energía divina: Un día, esa luz
explotará y lo verá todo. Verá que el universo entero existe dentro de ella. La
luz divina de la Conciencia comenzará a inundarle los ojos y entonces la verá
dondequiera que mire. Verá su luminosidad en la gente, en los árboles, las
rocas y los edificios. Verá la misma Conciencia alzándose en cada pensamiento y
sentirá que pasa por su mente; adondequiera que vaya su mente, encontrará su
propia Conciencia interior, el creador del mundo. Verá que la totalidad del
universo está contenida en usted mismo.
Sabrá que todo –todas las infinitas formas del mundo- no son
más que emanaciones de su existencia. Se dará cuenta de que es usted quien se
refleja en todas partes, y que es su propio reflejo el que pasa ante sus ojos.
Usted tiene dentro de sí este poder de trascendencia sobre la vida dominadas
por el ego. Puede darse la vuelta y mirar hacia el interior, descubrir su
naturaleza espiritual. Entonces podrá vivir cada uno de sus días, con
independencia de lo que pueda estar haciendo, con la sensación de éxtasis que
se deriva de hallarse en el sendero de la búsqueda sagrada. Hacer explotar esa
luz implica entender quién es uno y qué está haciendo aquí, en esta cosa
llamada cuerpo, en este lugar llamado mundo, en este momento de su vida.
Wayne Dyer
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