Tan importantes son los colores que, desde hace miles de
años, se utilizan para curar enfermedades. Esta terapia puede resultar muy
efectivo como procedimiento terapéutico en combinación con otros métodos.
Antes, los médicos operaban de blanco;
ahora lo hacen de celeste o verde. Esto es porque el blanco excita, altera el
sistema nervioso, en cambio los otros dos denotan tranquilidad y relajación.
También se dice que tonos como el amarillo melón y los naranjas la sensación de
apetito y, por eso, en muchos lugares donde se vende comida son utilizados.
¿Cómo
funciona la cromoterapia?
En cromoterapia, cada color tiene un
significado determinado y definido. El tono que se utiliza es importante, pero
también lo es dónde se utiliza. La zona superior del cuerpo, de la cintura
hacia arriba (blusas, camisas, poleras, abrigos, chalecos y bufandas) se
relaciona principalmente con el mundo emocional, los deseos y las necesidades.
La zona inferior (pantalones y faldas) transmite información acerca de las
necesidades materiales y la energía física que maneja la persona, su fuerza y
dinámica interna.
Los colores influyen directamente en
las personas y la idea de utilizarlos de manera terapéutica es, precisamente,
para que contribuyan en el equilibrio perdido a causa de padecimientos físicos,
emocionales o mentales.
La cromoterapia, entonces, podría
explicarse como un método en el cual “se aplica color a través de instrumentos
sutiles como el bastón atlante, que permiten redimensionar la energía de los
chakras”. Si equilibramos, por ende, se armoniza la energía de estos centros
vitales y también las funciones del organismo.
¿Y cómo es el procedimiento de esta
terapia? Una de las técnicas que hoy se utiliza en cromoterapia tiene que ver
con la incorporación de una síntesis de antiguas tradiciones que usan la energía
del color que viene del Sol y la Tierra y que se puede canalizar a través de
técnicas de proyección. Algo similar al reiki, pero utilizando el concepto del
color.
Las aplicaciones del color van lentamente
hacia lo orgánico, trabajando el concepto de foto estimulación, similar a lo
que en medicina se llama fototerapia pero, a diferencia de ella, acá se trabaja
con los colores del espectro, es decir, no se usa ni el UV ni el infrarrojo.
Depende del tiempo en que se apliquen podrá verse el efecto que tienen. A este
tipo de cromoterapia se le llama “cromoterapia clínica” para diferenciarla de
la “energética”, esta última relacionada específicamente con los chakras.
Con respecto a cómo son “puestos” los
colores el diagnóstico es fundamental tanto para identificar el problema como
para comenzar con el trabajo terapéutico. Luego de este mapeo, se inicia el
procedimiento, en el que los colores elegidos para realizar la terapia serán
colocados en los chakras – ubicados entre el cuerpo físico y nuestras emociones
– dependiendo de si el problema está en el nivel químico o en el luminoso del
éter. Sabiendo esto, se trabaja proyectando la energía en los centros
energéticos y en los niveles correspondientes de acuerdo a la patología. Eso
sí, se deben tomar resguardos y aplicar esta terapia con mesura, de acuerdo a
cada patología. Ninguna terapia es totalmente inofensiva, por muy simple que
pudiera parecer.
Los colores no pueden utilizarse al
azar ni ser puestos en cualquier lugar del cuerpo, porque aplicado por más de
diez segundos puede generar el efecto contrario a que si se aplica por menos
tiempo. Esto es porque el cuerpo responde de una manera polar.
Cuando la medicina convencional
reconozca la existencia de los campos etéreos y de las energías sutiles, va a
haber un gran desarrollo de las técnicas cromo-terapéuticas a nivel mundial
porque el color y el sonido son vibraciones que afectan la energía. Eso sí, son
terapias que deben emplearse de manera complementaria a los tratamientos
alopáticos.
El
significado de cada uno de los colores
-Rojo. Es estimulante, en
especial, porque incrementa la energía para facilitar la circulación sanguínea.
No debe usarse en casos de ansiedad o perturbación emocional.
-Naranja. Favorece la acción de
los chakras sacro y bazo. También se utiliza para tratar desequilibrios
energéticos en los riñones.
-Amarillo. Considerado un color
purificante y desintoxicante, es utilizado para tratar todo tipo de
desequilibrio en el cuerpo físico; también actúa como antiséptico.
-Turquesa. En combinación con
rojo, ayuda a erradicar infecciones agudas del flujo de energía.
-Azul.
Es calmante, por lo que reduce el dolor. Puede favorecer el
crecimiento espiritual y equilibra los patrones del sueño.
-Violeta. Resulta adecuado para
los ojos y la energía estancada que causa problemas nerviosos. Favorece la
inspiración, la revelación y el desarrollo del ser superior, aunque también
puede aludir al logro espiritual.
-Magenta. Solo es posible
formarlo con combinaciones de luces. Exactamente por debajo de la frecuencia
del ultravioleta, la luz magenta activa los chakras más superiores. A nivel
bioenergético, actúa sobre los desequilibrios que pueden derivar en
enfermedades graves y, a nivel emocional, permite dejar atrás antiguas
relaciones. También ayuda a eliminar el desorden de nuestra vida.
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