No pierdas la
perspectiva
Según cuenta una vieja historia, cierto día, un hombre
gravemente enfermo fue llevado en silla de ruedas a una habitación de hospital
donde otro paciente ocupaba la cama que había junto a la ventana. Al poco
tiempo, los dos ya se habían hecho amigos y el que estaba al lado de la ventana
miraba por ella y se pasaba las horas deleitando a su compañero postrado en la
cama con vívidas descripciones del mundo exterior.
Algunos días describía la
belleza de los árboles del parque que había frente al hospital y la danza de
las hojas en el viento. Otros días, entretenía a su amigo con minuciosas
narraciones de lo que la gente que pasaba junto al hospital hacía. Sin embargo,
a medida que pasaba el tiempo, el hombre postrado en la cama empezó a sentirse
frustrado porque no podía ver por sí mismo las maravillas que su amigo
describía. Su antipatía continuó creciendo y acabó por odiarlo intensamente.
Una noche, durante un ataque de tos particularmente severo,
el paciente de la cama junto a la ventana dejó de respirar. En vez de apretar
el interruptor para pedir ayuda, el otro hombre eligió no intervenir. A la
mañana siguiente, el paciente que le había proporcionado a su amigo tanta
felicidad compartiendo con él lo que veía a través de la ventana fue declarado
muerto y retirado de la habitación. Sin pérdida de tiempo, el otro hombre pidió
que colocaran su cama al lado de la ventana, una petición que fue atendida por
la enfermera de servicio. Pero cuando al fin se asomó, descubrió algo que le
hizo estremecerse: la ventana daba a una desnuda pared de ladrillos. Su antiguo
compañero de habitación había sacado las increíbles vistas que le describía de
su imaginación como gesto de amor para hacer el mundo de su amigo un poco mejor
en aquel momento difícil. Había actuado desinteresadamente, por amor.
Esta historia invariablemente ayuda a cambiar la perspectiva
de las cosas. Para disfrutar de una vida más feliz y sentirnos realizados
cuando nos hallemos en circunstancias difíciles, debemos estar dispuestos a
cambiar nuestra perspectiva y preguntarnos continuamente: «¿Hay un modo más
sabio e ilustrado de ver esta situación aparentemente negativa?». Se atribuye a
Stephen Hawking, uno de los físicos más grandes de la historia, haber dicho que
vivimos en un planeta menor de un sistema solar bastante corriente situado en
los confines de una entre diez mil millones de galaxias. ¿Qué tal eso para
cambiar nuestra perspectiva? Con esta información presente, ¿son tus problemas
de verdad tan importantes? ¿Son los problemas que has sufrido o los desafíos a
los que ahora tal vez te enfrentas tan serios cómo crees?
El tiempo que pasamos en este planeta es muy breve. En el
esquema general de las cosas, nuestras vidas son solo notas pasajeras en el
lienzo de la eternidad. Por eso, ten la sensatez de disfrutar de tu viaje y
saborear el proceso
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