¿Alguna vez se ha puesto a pensar cómo está conformada
nuestra mente? ¿Cómo es que surgen nuestros pensamientos y cómo algunos
pensamientos persisten? ¿Qué podemos hacer con ellos para cambiarlos o
mejorarlos? El hombre ha tenido logros increíbles y descubrimientos fascinantes
como puede ser el conocimiento del espacio y los viajes a la Luna y a diversos
planetas, sin embargo, sigue en pañales en cuanto al conocimiento de sí mismo.
Todavía no se conoce lo suficiente. Todavía hay muchas incógnitas al respecto
sobre su propio pensar y cómo estos pensamientos influyen en nosotros.
Lo que sí sabemos es que los pensamientos viajan por las
neuronas y con el lenguaje les vamos dando un significado. Es por eso que
podemos repetir el mismo pensamiento las veces que deseemos a través del
lenguaje que a su vez tiene un impacto emocional en nosotros. Si el pensamiento
es de enojo, las palabras tendrán un efecto bioquímico (adrenalina) en el
cuerpo. Si es un pensamiento de tranquilidad, también podremos sentir su efecto
relajante en nuestra parte física. Si es un pensamiento de tristeza seguramente
sentirán una pérdida de energía. Los pensamientos son rutas mentales que hemos
construido a lo largo de nuestra vida. Algunas las adquirimos por parte de
nuestros padres, otras por alguna(o) maestra(o), algunas rutas son útiles y
otras no tanto. Independientemente de que sean buenas o malas, las usamos una y
otra vez hasta el punto que no nos damos cuenta que algunas de estas rutas nos
causan daño, nos alteran y nos limitan. Estamos donde estamos y somos lo que
somos por las rutas que hemos construido, que hemos aceptado y que hemos
mantenido para nosotros mismos.
Crear nuevas rutas mentales es una posibilidad que todos
tenemos para potenciar nuestras capacidades y habilidades positivas. El primer
paso es darse cuenta de cuáles son las rutas que no sirven. Verificar cuáles
son las rutas que me hacen daño y que, con ellas, hago daño a otros. La opción
de sentirme bien en el ámbito laboral, con la familia y conmigo mismo se puede
lograr por medio de construir nuevas rutas mentales y desechar las viejas que
no han sido eficientes para lograr la felicidad, el éxito, la salud, etc. Y
esto es seguramente, el estilo de vida que todos buscamos y anhelamos.
La Programación Neurolingüística (PNL) es una nueva rama de
la psicología, desarrollada en los 70´s, que proporciona técnicas específicas
para lograr estados de excelencia creando nuevas rutas mentales. Para lograr
cambios en nuestro mundo externo, es necesario, primero, hacer cambios
internos. Aprender a conocernos es básico para darnos cuenta de qué manera
hemos filtrado nuestras experiencias, aprendizajes, hábitos y creencias que nos
conforman. Y por otro lado darnos cuenta que cada persona está conformada con
diferentes experiencias, aprendizajes, hábitos y creencias que finalmente son
parte de nuestras rutas mentales.
A través de técnicas sencillas podemos construir nuevas
rutas, podemos pensar diferente. Al construir nuevos caminos, le damos la
opción a la mente de escoger entre dos caminos. Dejamos de estar obligados a
viajar por el mismo camino que no funciona. Podemos elegir. Y el poder de
elección es lo que nos hace únicos dentro de la creación. Una vez que se
recorre la nueva carretera que está mejor trazada, que es más corta y cómoda,
ya no quiere uno volver por la vieja. Y al no usar la carretera vieja, se
olvida uno de ella.
Programación Neurolingüística (PNL) se ocupa en obtener
resultados rápidos buscando nuevos caminos. Está más interesada en encontrar
una nueva salida que dé confianza y que nos haga sentir bien, que en averiguar
el “por qué” algo no funciona. La PNL nos proporciona el “cómo” puedo
solucionar alguna situación mediante herramientas fáciles y útiles.
PNL nos abre un horizonte de pensamiento diferente
posibilitando un dominio más favorable de nosotros mismos. Se trata de que
nosotros estemos en control de nuestros pensamientos y no que nuestros
pensamientos (rutas estancadas) nos dirijan sin dirección, ni control. Al
dirigir nuestros pensamientos conscientemente y en forma positiva, podemos
comenzar a ver resultados sorprendentes. Si repetimos en forma consistente
estos patrones de pensamiento nos convertiremos en personas de excelencia.
Un hombre excelente sabe reír, y reír con abundancia, es
responsable, es libre, le da sentido a su vida, aprende de sus errores y si se
cae, se levanta. Los recursos que se necesitan para llegar a la excelencia
están dentro de uno, lo único que falta es darse cuenta que allí están y saber
cómo liberarlos para que actúen a favor de uno. Así como el piloto va
corrigiendo continuamente su ruta durante el vuelo, así debemos hacer con
nuestras rutas mentales, continuamente corregir su ruta para así llegar al
objetivo deseado. Usar estas rutas tantas y tantas veces, hasta que lleguen a
ser automáticas.
Las alternativas que ofrece PNL para convertirnos en
personas saludables tanto mentales como físicas son muchas. Con su terapia
breve se logra mejorar las relaciones familiares, las relaciones de pareja, la
comunicación en el ámbito laboral, disminuir el estrés, erradicar el insomnio,
desaparecer las fobias, nivelar las emociones, mejorar la salud (colitis,
migraña, gastritis, dermatitis, etc.) y en conclusión, obtener una calidad de
vida que perdure con nuestros seres queridos.
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