La Planta de Coca
Coca (Planta), (Erythroxylum coca). Es un arbusto de la
familia de las Eritroxiláceas originaria de las escarpadas estribaciones de los
Andes amazónicos, propia de América del Sur, con nutrientes medicinales y
alimenticios. Sus cuatro variedades más notables son "Lambram",
"Mollecoca", "Fusiforme", "ovoide" con hojas
alternas, aovadas, enteras de estípulas axilares y de flores blanquecinas.
Clasificación
científica
La coca, voz quechua, pertenece a la familia
Erythroxylaceae; la especie cuyas hojas se usan como estimulante es
Erythroxylum coca.
Planta de coca
Planta de coca es el arbusto que alcanza la altura de 1,5
hasta 3 metros, tiene características botánicas específicas y muy constantes.
El arbusto de coca es planta vivaz. Crece en América del Sur: en todo el
territorio de Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil, Chile y Colombia.
Las hojas tienen líneas aeroladas longitudinales muy claras
que se curvan hacia la vena central y que son simples engrosaduras de las
células de la epidermis resultante de la manera de enrollarse que tiene la
hoja. En la base del pecíolo tiene unas estipulas ovaladas intrapeciorales
características. Las flores de un blanco cremoso miden más o menos un
centímetro y tiene cinco sépalos y cinco pétalos. Cuando el fruto madura, dos
de los óvulos abortan, y los lóculos son destruidos. El fruto es una drupa
roja, ovalada con una sola semilla.
Cultivo
El arbusto de Coca se cultiva en las praderas de montañas o
en terrazas de altiplanos, en clima tropical y subtropical. Puede crecer en
ambiente desfavorable para otras plantas. Condiciones óptimas para el
crecimiento de arbustos de coca se relacionan con suelos de humus y arcilla,
ricos en hierro y ubicados en los valles rodeados de montañas, donde
constantemente se mantiene alto nivel de humedad y llueve con frecuencia.
Normalmente la planta vive hasta 30 o 40 años y en condiciones ideales puede
llegar a la edad de 100 años.
La planta de este género se cultiva en las laderas de
montañas o terrazas de mesetas que tienen un clima tropical o semitropical. La
planta crece bajo condiciones que no se prestan para otra clase de cultivo. Las
mejores condiciones para el desarrollo de la planta de la coca son tierras con
mantillo de arcilla, ricas en humus y hierro, situadas en valles de meseta
protegidas, donde se mantiene una humedad constante y lluvia persistente. El
arbusto de Coca normalmente vive y produce durante 30 a 40 años; bajo
condiciones ideales, podría sobrevivir hasta 100 años.
Recolección y
aprovechamiento
La recolección de las hojas de Coca se realiza 3 a 4 veces
por año. La hoja de coca contiene un promedio de 0.5 a 1.5% de alcaloides,
aunque hay varios factores que influyen en el contenido de éstos, como las
condiciones atmosféricas, la edad y condición de la planta, la calidad de la
tierra, los abonos que usan, la época del cultivo, la cosecha, etc.
El proceso de secado de las hojas de Coca, es muy importante
y toma aproximadamente de 2 a 3 días al sol. Durante este proceso, las hojas
tienen que darse vueltas para un secado parejo. En el proceso de secado la hoja
pierde más del 75% de su peso original. Una vez que las hojas están secas, se
prensan y se embalan en paquetes de una arroba (11.5 Kg) para su
comercialización.
Historia
Los habitantes andinos conocían esta planta y sus efectos
desde épocas muy anteriores a la aparición del Imperio inca. Los colonizadores
europeos le dieron diferentes denominaciones, mientras los nativos la conocían
como hoja sagrada por su expresa utilización entre los miembros de la casta
superior de los nobles. Al parecer, el uso de esta hoja estaba restringido
entre el resto de la población, por lo que también tenía la categoría de
presente real para recompensar servicios.
Algunos opinan que las facultades provocadas por la hoja de
coca se consideraban como un hecho sobrenatural y por ello estaba presente en
actos funerarios, entre otros. La utilización de hoja de coca está arraigada en
la cultura peruana y boliviana. Sin embargo, el uso sacerdotal que se le dio en
el Incario fue para promover estados alterados por ayuno (fastening).
La eficacia de la hoja de coca como estimulante fue
reconocida por los españoles desde el mismo momento en que llegan a Sudamérica
(siglo XVI) y luego sus efectos fueron descritos con lujo de detalles por los
grandes viajeros foráneos del siglo XIX. Uno de ellos, el erudito historiador
británico Clements R. Markham (1830-1916), recomendó el uso de la coca a todos
los turistas y extendió esta recomendación a los miembros de los clubes de
alpinismo de Europa. La cortesía de los establecimientos turísticos de la
sierra peruana al ofrecerles una taza de infusión de coca a los visitantes de
las serranías del Perú no es, desde luego, una "mala costumbre"
indígena, sino una amable bienvenida moderna recomendada muy efusivamente por
Alexander von Humboldt, D´Orbigny, Von Tschudi, Markham, Mantegazza, De
Castelnau, Herndon, Gibbon, Squire, Marcoy y otros. El trueque del acto de
chacchar la coca por el más refinado consumo de la infusión es una adaptación
costumbrista cuya real efectividad es puesta en duda por muchos.
Rodeada por el ceremonial, formalidades controles ejercidos
por la comunidad, raramente es objeto de abuso o descontrol que pueda causar
daño a la salud. En las relaciones sociales de la cultura andina, la coca es un
obsequio que significa amistad y generosidad. El acto de compartir la coca y
consumirla conjuntamente con otros es un hecho muy importante que sella
relaciones de confraternidad y confianza entre los participantes. Además, en la
medicina tradicional no existe otro remedio con tantos y tan vastos usos cuya
efectividad ha sido comprobada. En todos estos sentidos, además de su efecto
bioquímico, la coca es uno de los componentes más destacados de la psicoterapia
popular nativa, lo que la hace un indispensable elemento de apoyo para la
seguridad emocional del hombre andino.
Usos de la hoja de
coca
El uso de la hoja de coca ha sido tradicional entre muchos
de los indígenas de Colombia desde tiempos inmemoriales, especialmente entre
los de la Sierra Nevada de Santa Marta. Ahí se puede distinguir entre la manera
de hacerse en comunión con la planta entre las culturas de montaña y las
culturas de las selvas amazónicas. Las primeras, prefieren mascar la hoja
tostada, e irle mezclando cal, algunos elaborándola de conchas marinas, y otros
con cal de piedra. Los primeros, la conservan en un pequeño calabazo llamado
"poporo". En el amazonas, las culturas que tienen relación con la
planta de coca, la tuestan y pulverizan, mezclándola con ceniza de plantas
amazónicas; el resultado es un polvo verde que se llama "mambe".
Entre los indígenas colombianos a pesar que la relación con la coca es
cotidiana, está revestida de religiosidad, y se considera a la planta como muy
sagrada, rodeada de respeto y admiración. No entienden ellos que se le persiga
en sus territorios, ya que no fue por su cultura ni sus costumbres el que en
ciertos contextos se vea envuelta en varios conflictos.
Es utilizada por las culturas indígenas como las naciones
chibchas, aymara y quechua, como analgésico en intervenciones médicas. Aunque
es mejor conocida en el mundo entero debido a que sus alcaloides, entre los
cuales se encuentra la cocaína, que es un fuerte estimulante.
El uso de hojas de coca es una tradición milenaria en toda la
Región Andina. La coca desde los tiempos remotos fue planta mítica y sagrada,
se usaba en rituales desde hace más de 40 siglos. Hasta tiempos modernos sigue
siendo un componente indispensable al efectuarse cultos sagrados.
Medicina tradicional confirma amplias posibilidades de
utilización de hojas de coca para el consumo humano: es una excelente medicina
para el sistema digestivo, quita el síndrome de altura (vértigo, vómito),
combate agotamiento físico, cólicos, dolor de muelas, dolores reumáticos, en forma
de emplastes cura heridas y tiene acción antiséptica, además combate los
trastornos estomacales, abdominales y la diarrea. Es una planta medicinal de
gran importancia, su valor curativo es más apreciable si tomamos en cuenta que
la mayoría de preparados medicinales contra enfermedades mencionadas son
tóxicos para el organismo humano.
En combinación con otras plantas medicinales coca se utiliza
para curar gran cantidad de enfermedades, desde el dolor de cabeza hasta el
reumatismo. Con excelentes resultados se usa para hacer gárgaras, aliviar el
dolor de garganta y ronquera. En forma de emplastes sirve como analgésico,
cicatrizante y antiséptico en casos de heridas o quemaduras. Es
antiespasmódico, combate la fatiga y sirve como estimulante de las funciones
del cerebro, el sistema nervioso y los problemas cardiacos.
Es un alimento fortificante, y sirve como anestésico local
de acción vasoconstrictora y por penetrar en las membranas mucosas, es
sumamente útil para curar males de otorrinolaringología y oftalmología. Se usa
como desinflamante.
Cocaína
La Cocaína es un alcaloide que se obtiene de las hojas de la
planta de coca. En el ámbito sanitario, la cocaína se puede utilizar en cirugía
menor como anestésico local. Sin embargo, en la actualidad, su uso está muy
restringido y en su lugar se emplean anestésicos locales con un menor potencial
adictivo. Su consumo como droga ilegal está muy extendido.
La hoja de coca como
planta natural y su mal uso, como el narcotráfico
La Convención de las Naciones Unidas Contra el Tráfico
Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, aprobada por la
Conferencia en su sexta sesión plenaria celebrada el 19 de diciembre de 1988,
en Viena-Austria, en el inciso 2, de su artículo 14 señala que "las
medidas que se adoptan (para evitar el cultivo ilícito de las plantas que
contengan estupefacientes o sustancias psicotrópicas) deberán respetar los
derechos humanos fundamentales y tendrán debidamente en cuenta los usos
tradicionales lícitos, donde al respecto exista evidencia histórica, así como
la protección del Medio ambiente".
Se debe diferenciar entre la actividad ilícita y la
producción y cultivo con fines sociales, económicos, culturales a fin de
conservar el valor místico-religioso de los pueblos andinos.
La hoja de coca fue la hoja sagrada de los Incas que acompañó
a los organizadores del Tahuantinsuyo y constructores de Macchupichu está
arraigada en el cotidiano existir del hombre andino con profundo significado
ritual y social.
En los convenios internacionales, se sostiene como
estupefaciente a la hoja de coca, siendo atentatorio al consumo tradicional con
evidencia histórica, cuyo interés es desaparecer y erradicar el cultivo lícito
de la coca.
La coca ha sido considerada como estupefaciente, sin tener
los suficientes elementos de investigación académica y científica con la
finalidad de satanizar la planta preciada, contradiciendo lo sostenido por la
medicina regional.
El coqueo andino de ninguna manera debe equipararse a la
toxicomanía, ésta es una leyenda negra que apunta a la condena de la coca, le
niega el carácter medicinal y alimenticio; la medicina naturista y experimental
observó y confirmó sus cualidades.
A fines del siglo XVIII, Hipólito Unanue la consideró
"architónico del reino vegetal" y a mediados del siglo XIX Paolo
Mantegazza, en un ensayo premiado que despertara el interés del europeo, se
refirió a ella como "alimento nervioso". En consecuencia, no se puede
olvidar el prestigio medicinal anterior a la estigmatización psiquiátrica.
La Ley de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas, Decreto
Ley Nº 22095, en sus considerandos manifiesta que la masticación de la coca
constituye un grave problema social que es necesario superar, lo cual
constituye una burda maniobra para excluir el criterio médico de la coca.
Dentro del contexto internacional a partir de 1961 la hoja
de coca ingresa en la lista No 01 de estupefacientes de la Organización Mundial
de Salud.
La coca no es cocaína,
no son sinónimos y que por esa confusión desgraciadamente ha sido incluido en
la Convención de las Naciones Unidas de 1961, se pretende condenar a la
desaparición, a esta planta que contiene muchas virtudes medicinales y
nutricionales y otros valores que pueden y deben ser de gran provecho para la
humanidad.
La coca, producto que representa una de las riquezas
ancestral que la naturaleza ha dado, es de gran utilidad para la elaboración de
diferentes medicamentos y también para la anestesia que se requiere en forma
indispensable para las intervenciones quirúrgicas, aparte de muchos otros
beneficios para el género humano, motivo por el cual debiera industrializarse y
comercializarse a nivel mundial, toda vez que produce hasta tres cosechas al
año y no requiere mayor intervención de la mano del hombre para su cultivo y
reproducción.
Uso tradicional de la
hoja de coca
Desde tiempos inmemoriales, el cultivo de la hoja de coca ha
formado parte de la tradición y costumbre del campesino andino. La coca es
utilizada en la masticación, como estimulante, aplicación medicinal y en
rituales religiosos. Se estima que estos usos datan desde aproximadamente 6,500
años, antes de la llegada de los conquistadores españoles.
El uso tradicional de la hoja de coca, comprende múltiples
dimensiones del acontecer social, jugando una función central en toda ceremonia
colectiva de trascendencia: bautizos, defunciones, celebraciones, etc. Es
precisamente el carácter sagrado atribuido a la planta lo que la ha tornado en
objeto de reverencia y culto otorgándole a la vez un profundo significado.
Dado su carácter sagrado, la hoja de coca actuaba como
símbolo de prestigio y ha sido objeto de intercambio recíproco; regalo preciado
y medio general de trueque. Es por ello que, en el contexto indígena, la coca
era y es aún la primera mercancía de mayor liquidez y circulación, ya que es
uno de los productos susceptibles de ser intercambiado por casi la totalidad de
bienes que circulan en la economía campesina de los andes.
Asimismo, la coca siempre ha formado parte integral del
proceso productivo en el trabajo de campo, la construcción de infraestructuras,
el pastoreo, el transporte y el almacenaje de semillas. Se mastica en los
momentos previos al trabajo, durante el reposo y al término de la tarea. Esta
práctica asume aún mayor significado y simbolismo cuando se trata de faenas
comunales.
Se puede afirmar que muchos de estos usos tradicionales
están aún presentes en las poblaciones campesinas alto andinas, originarias de
los Andes que han emigrado hacia los principales centros poblados y zonas
urbano-marginales. En la actualidad, estas poblaciones usan la hoja de coca
para la masticación en los trabajos y faenas que realizan, siendo esta la modalidad
de uso más difundida, mitigando el hambre, la sed y el cansancio.
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