La tristeza del alma
“Una de las amarguras
de la depresión es que borra la idea y los sentimientos de esperanza”
Dicen que la depresión no te quita la alegría, sino la
esperanza. Una esperanza de la que depende la vida. La depresión encierra un
intenso dolor, el cual se acompaña de tensión y llanto. Y más llanto. Interno y
externo. Un oscuro rival.
Es curioso, cuanto más frío hace más nos desnudan nuestros
pensamientos. Al fin y al cabo, ellos son nuestros archienemigos cuando nos
duele el alma. Muchas veces la vida pierde sentido y no nos brindamos la
oportunidad de recuperarnos. Esto se acumula haciendo que no podamos ni
siquiera apreciar un rayo de sol.
Para superar esto tenemos que darle voz a nuestro interior
para vencer ese eco que nos atemoriza porque no sabemos de dónde viene. Esto lo lograremos apoyándonos en nuestros
seres queridos y en la ayuda de un profesional.
Cuando el cerebro
llora
Los expertos dicen que nuestro cerebro se encuentra más
preparado para enfrentarse a la tristeza más que a cualquier otra emoción. De
hecho, somos especialmente empáticos cuando contemplamos a alguien triste.
Tenemos la maravillosa capacidad de comprender la tristeza
con especial sensibilidad. Entendemos que las lágrimas son una manera de dejar
que nuestra alma respire y que nuestro cerebro se oxigene.
En cualquier caso, dar rienda suelta a nuestro malestar y conseguir
expresarlo en una de las vías que debemos recorrer para superar una depresión,
una situación tan temida como frecuente hoy en día.
¿Cómo podemos hacerle
frente?
Estoy bien. Bien hundida. Bien decepcionada. Bien vacía.
Bien harta. Bien rota. Bien fracasada. Bien inestable. Bien triste. Bien
cansada. Definitivamente NO ESTOY BIEN.
En primer lugar, debes reconocerte en la tristeza desmedida
que reflejas en tu espejo. No estás bien, cuanto antes lo asumas, menos dolor
padecerás. La superación de la depresión lleva consigo un duro proceso de
aceptación. Al fin y al cabo, tenemos que empezar de cero y aprender que a
manejar la tristeza.
También debes esforzarte para abrirte a los demás poco a poco
y aceptar su ayuda. Según los especialistas, cuando se tiene depresión se
manifiesta la soledad interior, destruyendo no solo el vínculo con los demás,
sino también con uno mismo.
Es importantísimo dormir bien, alimentarnos de manera sana y
hacer ejercicio. Además, puede que necesitemos apoyos como la psicoterapia o la
medicación si es necesario. Poco a poco iremos recuperando el gusto por la
lectura, la música o el deporte, lo cual nos permitirá activarnos y superar
este duro proceso.
No obstante, debemos tener muy presente que cada uno de
nosotros es diferente, por lo que cómo vivamos y cómo enfrentemos a la
depresión también será distinto. De hecho, llegados a un punto óptimo de recuperación,
podremos incluso profundizar en ella y valorar lo que nos enseña.
Si tienes cerca de ti alguien asolado por esta enfermedad,
es importante no dejarle solo/a. Es clave para su recuperación sentir la
presencia de los demás. No es necesario obligarles a hablar o a salir a la
calle si no quieren, basta con permanecer a su lado y que sienta nuestro
interés.
Recuerda que, aunque la depresión no se cure con amor,
sentirse querido por los demás, es de gran ayuda para continuar con la
motivación de salir de esa situación.
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