Sonido del Viento
¿Por qué reaccionamos de forma tan positiva cuando estamos en contacto
con la naturaleza? Es indudable que casi todos hemos experimentado en alguna
ocasión como la sola contemplación de la naturaleza nos trasmite una sensación
de paz y tranquilidad capaz de modular nuestra disposición anímica.
Los compases de sus suaves melodías, los códigos acústicos que la
naturaleza emite parecen reconducirnos a estados mentales que impulsan la
vitalidad, la calma y la claridad, esto se debe a que nos conducen a un estado
de ánimo capaz de ponernos en contacto con nuestro yo íntimo, recuperarlo y
potenciarlo.
Si nuestras obligaciones diarias nos impiden desplazarnos a estos
remansos de paz, no debemos renunciar a las propiedades terapéuticas que la
naturaleza nos regala. Busca un lugar tranquilo, alejado del ruido y las
distracciones donde puedas relajarte y dejarte llevar escuchando la melodía del
susurro del viento y los lejanos acordes del canto de las aves.
Experimentarás cómo tu respiración se hace cada vez más profunda y
pausada, alcanzado un estado de relajación óptimo. Notarás, al mismo tiempo, cómo
aumenta tu concentración, pues a medida que el sonido fluye irás descubriendo
numerosas sutilezas de su melodía y, sobre todo, te dejarás llevar.
Según los expertos basta dedicarle diez minutos al día a esta práctica
para contrarrestar el estrés, combatir problemas de atención e insomnio y, lo
más importante, ser más feliz.
Escucha el sonido del viento en un bosque para que te relajes con los
sonidos de un suave viento que mueve las hojas de los árboles que te ayudará a
transportarte al más tranquilo bosque que tu imaginación sea capaz de crear.
Los sonidos de la naturaleza nos ayudan a relajarnos, ya sea para conciliar el
sueño como para realizar ejercicios de yoga, meditación o cualquier técnica de
relajación que ayuden a nuestra salud mental que te ayudará al bienestar de tu
cuerpo y de tu mente.
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