Cuando no se pueden
controlar las preocupaciones
¿Se siente extremadamente preocupado por todo lo que le pasa
en la vida, aunque tenga poca o ninguna razón para estarlo? ¿Se siente muy
ansioso con lo que tiene que lidiar durante el día? ¿Tiene miedo de que todo
siempre salga mal?
Si es así, puede ser que tenga un trastorno de ansiedad
llamado trastorno de ansiedad generalizada.
¿Qué es el trastorno
de ansiedad generalizada?
Todos nos preocupamos por cosas como los problemas de salud,
dinero o los problemas familiares. Sin embargo, las personas con trastorno de
ansiedad generalizada se preocupan extremadamente por éstas y muchas otras
cosas, incluso cuando hay poca o ninguna razón para preocuparse. El simple
hecho de lidiar día a día les causa ansiedad, y piensan que las cosas siempre
saldrán mal. A veces, estas preocupaciones hacen que las personas con este
trastorno no puedan realizar sus actividades diarias.
El trastorno de ansiedad generalizada se desarrolla
lentamente, y suele comenzar durante la adolescencia o juventud. Los síntomas
pueden mejorar o empeorar en distintos momentos, y con frecuencia empeoran
durante momentos de estrés.
Es posible que las personas con el trastorno de ansiedad
generalizad consulten con un médico varias veces antes de descubrir que tienen
este trastorno. Les piden ayuda a sus médicos para dolores de cabeza o
problemas para dormir, señales que acompañan los síntomas del trastorno de
ansiedad generalizada. Sin embargo, no siempre obtienen la ayuda que necesitan
de inmediato. Al médico le puede tomar algún tiempo asegurarse de que la
persona tenga el trastorno de ansiedad generalizada en vez de otro problema
médico.
¿Qué causa el
trastorno de ansiedad generalizada?
A veces el trastorno de ansiedad generalizada es
hereditario, pero nadie sabe con seguridad por qué algunas personas lo tienen y
otras no. Los investigadores han descubierto que hay varias partes del cerebro
relacionadas con el miedo y la ansiedad. Los estudios sugieren que las
preocupaciones extremas que acompañan a este trastorno pueden ser una manera de
evitar o ignorar alguna otra preocupación más profunda. Si la persona soluciona
ese problema, entonces las preocupaciones del trastorno de ansiedad
generalizada también desaparecerían. Al aprender más sobre cómo funcionan el
miedo y la ansiedad en el cerebro, los científicos podrían crear mejores
tratamientos. Además, los investigadores están tratando de averiguar cómo el
estrés y los factores ambientales influyen en el desarrollo de este trastorno.
¿Cuáles son las
señales y los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada?
Las personas con el trastorno de ansiedad generalizada
pueden:
Preocuparse demasiado por las actividades diarias
Tener problemas para controlar sus preocupaciones constantes
Ser conscientes de que se preocupan mucho más de lo que
deberían
Tener dificultad para relajarse
Tener problemas para concentrarse
Ser fácilmente sorprendidas
Tener problemas para dormir o permanecer dormidos
Sentirse cansados todo el tiempo
Tener dolores de cabeza, de los músculos, del estómago o
dolores inexplicables
Tener dificultad para tragar
Tener temblores o tics (movimientos nerviosos)
Sentirse irritables, sudar mucho, y marearse o sentir que
les falta el aire
Necesitar ir al baño seguido.
¿Cómo se trata el
trastorno de ansiedad generalizada?
Primero, hable con su médico acerca de sus síntomas. Su
médico debe hacerle un examen para asegurarse de que sus síntomas no sean
causados por algún problema físico. Además, es posible que el médico le
recomiende que visite a un especialista en salud mental.
Por lo general, el trastorno de ansiedad generalizada se
trata con psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos.
Psicoterapia. Un
tipo de psicoterapia llamada terapia cognitiva-conductual es especialmente útil
para el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada. Le enseña a la
persona diferentes formas de pensar, de comportarse y cómo reaccionar ante
distintas situaciones para ayudarle a sentir menos ansiedad o preocupación.
Medicamentos. Los
médicos también pueden recetar medicamentos que ayudan a tratar el trastorno de
ansiedad generalizada. Hay dos clases de medicamentos que se recetan con más
frecuencia para tratar este trastorno: los ansiolíticos y los antidepresivos.
Los ansiolíticos son medicamentos fuertes y existen diferentes tipos, muchos de
los cuales comienzan a trabajar de inmediato. Sin embargo, por lo general, no se
deben tomar por períodos largos de tiempo.
Los antidepresivos se usan para tratar la depresión, pero
también sirven para tratar el trastorno de ansiedad generalizada. Pueden tardar
varias semanas en hacer efecto. Algunos pueden causar efectos secundarios, como
dolor de cabeza, náuseas o dificultad para dormir. Para la mayoría de personas,
estos efectos secundarios no suelen convertirse en un problema, especialmente
si se comienza con una dosis baja y con el tiempo se la va aumentando
lentamente. Hable con su médico acerca de cualquier efecto secundario que
tenga.
Es importante saber que, aunque los antidepresivos pueden
ser seguros y eficaces para muchas personas, también pueden ser riesgosos para
otras, especialmente para los niños, adolescentes y jóvenes. Los antidepresivos
tienen una advertencia de “recuadro negro”, el tipo de advertencia más grave
que puede tener un medicamento recetado en los Estados Unidos. Estas etiquetas
advierten a las personas que los antidepresivos pueden causar pensamientos suicidas
o intentos de suicidio. Toda persona que tome antidepresivos debe ser vigilada
de cerca, especialmente al comenzar un tratamiento con estos medicamentos.
A algunas personas les va mejor con la terapia
cognitiva-conductual, mientras que para otras son mejores los medicamentos o
una combinación de las dos terapias. Hable con su médico sobre el mejor
tratamiento para usted.
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