Para atraer algo a tu
vida, imagina que ya está ahí
Todos nos agobiamos cuando nos
proponemos un nuevo proyecto: las dudas sobre si nos saldrá bien, si valemos lo
suficiente o si decepcionaremos a aquellos que nos importan. Interrogantes que
imaginamos y se apoderan de nosotros.
Es de precavidos tener miedos, y
de valientes acotarles y ponerles límites. Imagina lo que quieras en tu vida y,
a partir de ahí, lucha para conseguirlo.
Atrae lo positivo, no
dejes de soñar
Antes de dar un paso hacia el
futuro, imagina lo que quieres que haya en él. No importa cuánto tiempo nos
lleve el darnos cuenta de nuestros sueños, sino luchar por hacer que estos se
hagan realidad. Por muy difícil o imposible que parezca aquello que imaginamos,
merece la pena intentarlo; de hecho, seguramente muchos de los actores,
futbolistas, científicos o referentes que tenemos hayan pensado lo mismo en
algún momento de su vida.
“-La ilusión no se come -dijo ella.
-No se come, pero alimenta -replicó el coronel.”
-Gabriel García Márquez-
Ellos, en su momento, también
partieron de la nada y pusieron lo mejor de sí mismos para conseguir alcanzar
sus metas. Pero, antes de tenerlas, las imaginaron. Ciertamente, no es fácil
llegar a una posición privilegiada, pero es necesario sacar las inquietudes que
llevamos dentro.
Imagina a lo grande e intenta
llegar a ello con pasos pequeñitos. Ten paciencia y pide cuanta ayuda te sea
necesaria, porque quienes te quieren se enorgullecerán de verte triunfar; y si
no es posible, te valorarán incluso más por haber vencido tus dudas y haberlo
intentado. Piensa que, si nadie lo hubiese imaginado, hoy en día, por ejemplo,
ni siquiera tendríamos aviones para transportarnos de un continente a otro en
unas horas.
Cuando imaginamos nuestro futuro
ideal pocas veces somos conscientes de la longitud del camino, pues este,
además de largo, probablemente esté lleno de obstáculos. Sin embargo, no hay
mejor forma para darse cuenta de ello que empezar a andarlo y disfrutar con
cada una de las lecciones que iremos aprendiendo. Imagina y luego crea.
De hecho, todos conocemos aquello
de “nadie dijo que fuera fácil”, y efectivamente, pocas cosas son fáciles de
conseguir en nuestro mundo: las lecciones también sirven para hacernos más
fuertes y valorar nuestro propio esfuerzo. Puede que esto sea mayor motivo de
orgullo que conseguir nuestro fin.
No te rindas y lucha con todas
tus fuerzas: si imaginas tu sueño con claridad, también te será más fácil
elegir tus pasos para llegar a él, aunque a veces tengas que desviarte un poco
del camino. Al fin y al cabo, estas son las cosas que ponen a prueba nuestro
talento, saber estar y determinar con inteligencia hasta qué punto estamos
dispuestos a arriesgar por lo que queremos.
Trae tu imaginación a la vida. Ya
estás preparado: consciencia y fuerza de voluntad son las bases. El siguiente
paso es tu plan; toma el tiempo que necesites para elaborarlo, con cuidado y
con ilusión. Nuestra mentalidad hace mucho, por eso, si imaginas desde un
principio tus objetivos, tus acciones se van a ir amoldando alrededor de él.
Disfruta del camino y de las personas que este te brinda, sin olvidar la
potencia de la imaginación sobre nuestros actos y los resultados.
A partir de aquí, sueña: da un
paso adelante, aunque sea la cosa que más miedo da en el mundo, pues en el
momento en que lo superes te sentirás orgulloso, e incluso te reirás de aquel
“yo” del pasado que no se atrevía a caminar.
“Nunca te rindas tratando de hacer lo que realmente deseas hacer. Donde
hay amor e inspiración, nada te puede salir mal” -Ella Fitzgerald-
Ya estás más cerca de aquello que
has imaginado, la clave está en seguir caminando y mirar hacia delante. Cuando
menos te lo esperes, no te hará falta pensarlo, porque ya lo estarás viviendo:
esta es tu vida, aquello que has perseguido con tanto esfuerzo.
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