viernes, 11 de septiembre de 2015

Las Creencias Limitadoras


Aquello que defendemos está vinculado a nuestros valores. Éstos son estados emocionales que experimentamos y queremos vivir o son aquellos que evitamos. Es el mapa de la vida, los valores guían nuestras decisiones. Son el por qué haces lo que haces y lo que es más importante son los por qué detrás de las acciones que realizamos. Cuando sabemos lo que es importante, movernos hacia eso que queremos, es muy fácil.

Alguna vez te ha sido difícil tomar una decisión, ¿si verdad?, una de las tantas razones es que no has tenido claro lo que valoras de la situación. Los valores es todo aquello que defiendes, lo que crees que es fundamental en tu vida como la felicidad, el respeto, salud, crecimiento, logro, aventura, creatividad, pasión, conexión.
¿Cuáles crees son tus valores?
Hay personas que a raíz de algún problema, olvidaron cuáles fueron sus valores para ese momento y han tomado una decisión donde han estado totalmente desalineados con eso que creen. Como resultado de su incongruencia, la persona empieza a autocriticarse y termina sintiéndose infeliz y decepcionado. Sin ni siquiera cuestionarse en lo que para él es importante en su vida.
“Cuando vives de acuerdo a tus más altos valores te conviertes en alguien inspirado y despiertas el genio que hay en ti” Demartini
Puede pasar que hemos creído muchas veces que las circunstancias que nos ha tocado vivir controlan la vida. No son estas circunstancias las que controlan la vida, son los significados que le damos a esas vivencias. Por ejemplo: dos mujeres cumplen 70 años en abril, una puede pensar que está muy vieja para aprender cosas nuevas, que no es posible ser ágil con una computadora, he ha quedado para cuidar nietos, mientras que la otra piensa es el mejor momento para ir África, para aprender una nueva lengua, hacer yoga. Para una, las creencias que tiene sobre la edad la limitan a la soledad y tristeza y en cambio a la otra la empoderan a sentirse viva, con nuevas ilusiones.
Este ejemplo pone en evidencia que el pasado no configura el presente y por ende el futuro, sino la interpretación que le damos a esos acontecimientos.
Lo que crees, establece la diferencia entre una vida plena de gozo o una vida llena de miseria y dolor. Lo que crees, puede convertirte en un héroe o un perdedor.
La fuerza que guía lo que crees, la puedes clasificar en dos fuerzas, la del placer de todo aquello que te da felicidad, alegría, entusiasmo o la de evitar el dolor, el sufrimiento, la tristeza de las cosas.
¿Cuál de estas dos fuerzas puede estar ahora influenciando en tu vida?
Si tu fuerza más activa es la felicidad o sea el placer que te da hacer lo que haces, por muy simple que sea lo que hagas estarás feliz, de lo contrario si la fuerza motivadora es evitar sufrir o sentir que la vida que llevas no tiene sentido y no te llena.
Te has dicho a ti mismo: ¿Para qué intentar esto si al final no lo voy a lograr? Generalizamos porque quizás hemos tomado en nuestra vida decisiones que no han sido las más apropiadas en nuestro negocio, nuestro hogar, con los demás y estás decisiones las hemos basado en los significados y como resultado nos saboteamos a nosotros mismos. Cuando generalizamos de forma global una situación particular, lo que hacemos es limitarnos en la toma de decisiones posteriores acerca de quiénes somos y de los que somos capaces de hacer. Así pues, las creencias son significados generalizados que provienen del pasado, fundamentado en las representaciones de experiencias de placer y dolor. Muchas veces se basan en malas interpretaciones del pasado y olvidamos que es una interpretación, considerándolas nuestra realidad, ni siquiera pensamos en cuestionarnos esas creencias que nos limitan o nos empoderan, simplemente las interpretamos como reales. Así que lo que hacemos con la vida son acciones que nacen de los resultados de las creencias, para conducirnos al dolor o al placer. En consecuencia, si quieres dirigir tu vida debes tener control consciente sobre lo que crees.
“Los medicamentos no siempre son necesarios, (pero) la creencia en la recuperación siempre lo es”. Cousins
Así que una creencia es un sentimiento de certidumbre sobre algo, un sentimiento de confianza que te permite aprovechar recursos capaces de producir esos resultados que deseas. Como ya sabemos todas las respuestas las tenemos dentro de nosotros mismos, allí están aquellas respuestas que necesitamos, sin embargo, sucede que cuando por falta de creer en nosotros mismos o por falta de confianza, nos es difícil acceder a esos recursos internos, necesarios dentro de nosotros.
Muchas veces recibimos representaciones de malestar, fracaso, dolor en nuestras vidas y creemos que nada de lo que hagamos mejorará la situación, sin que importe lo que hagamos. Estas son las creencias que no debemos tolerar, si queremos vivir plenamente, tener éxito y obtener logros en la vida. Ellas te privan de tu poder personal y te limitan en el actuar.
Tomando en cuenta esto, que te parece si te decides a cambiar por lo menos una de las esas creencias limitadoras que tienes y no te permiten gozar de lo que quieres.
Una forma efectiva de cambiar las creencias limitadoras es que el cerebro asocie un fuerte malestar (tristeza, decepción, enojo) o sea esa creencia que tienes de que no es fácil aprender inglés. Imagínate y siente profundamente como el creer que no puedes aprender hablar inglés te hace sentir poco inteligente, fracasado, inútil, esto no solo te ha costado el malestar del pasado sino también el sentimiento que tienes en el presente que no te deja moverte en el futuro.
Recuerda una situación donde hayas asociado el placer de sentirte inteligente, capaz, triunfador como cuando juegas al fútbol, o cuando cocinas, siéntela profundamente, mírate a ti mismo/a con ese sentimiento y cuando lo sientas en todo tu cuerpo , tócate el lóbulo de la oreja para guardar allí la emoción, repítelo algunas veces. Recuerda la intensidad de la emoción y luego tócate también con la misma intensidad. Cuando estés en uno de esos momentos que te sientes enojado solo toca el lóbulo de tu oreja, y notarás cambios en ti.
Lo que hacemos, lo hacemos para evitar el dolor y para obtener el placer, y cuando asociamos suficiente dolor a un evento es probable que se produzca la posibilidad de cambiar.
La verdadera razón por la que tenemos una creencia que nos limita es por la relación directa que tenemos a un gran dolor. Así que el malestar es la forma más poderosa para cambiar una creencia que no nos deja avanzar.
Identifica la creencia que te limita y escríbela.
¿Te gustaría identificar tus creencias limitadoras que te producen efectos negativos en lo que quieres?
¿Qué no has logrado hasta ahora?
¿Qué consecuencia negativa has experimentado en tu vida a consecuencia de esta creencia limitadora?
“Somos los que pensamos. Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos, hacemos nuestros mundos”. Buda
Espero que disfrutes del ejercicio, la acción es la clave del éxito.
“Un barco atracado en un puerto está seguro, pero no es la finalidad para la que fue construido” W. Shedd
Se podría decir que la zona de confort o de comodidad es lo que nos limita a movernos hacia el destino que buscamos. Es ese lugar donde estamos cómodos y renunciamos a tomar la iniciativa. Una persona puede estar en la zona cómoda y creer que las cosas funcionan de la manera como las está viviendo, también puede suceder que no estés tan bien con la situación que estás experimentando y decides quedarte allí a pesar del malestar que te causa la situación en la que estás viviendo. No necesariamente significa que si estamos cómodos y todo nos resulta conocido nos va ir mal o tenemos que cambiar, sólo si la situación que estamos viviendo comienza a afectarnos en la vida diaria. Es en este momento, donde podemos tomar alguna iniciativa para hacer cambios que me lleven a sentirme mejor, por eso es importante saber con claridad hacia donde nos dirigimos.
La zona de comodidad está creada por nosotros mismos para protegernos de los miedos y para evitar caer en el sufrimiento. Cuando nos encontramos allí es muy fácil engañarnos que todo está bien y que algún día todo cambiará, así pueden pasar los años y nunca hacemos nada por cambiar, estar en nuestra zona cómoda es renunciar a ser dueños de nuestra vida, es abrazar el miedo a fracasar, hacer el ridículo, al qué dirán las otras personas a sufrir una nueva decepción, otras veces no sabemos cómo salir de allí, o simplemente no queremos pagar el precio de lograr nuestra felicidad. Fíjate que podría pasar si solo hacemos una pequeña acción (tarea) para empezar a crear el cambio, conseguiríamos tener más confianza, nos sentiríamos más capaces por ende nos daría una claridad de lo que queremos y nos motivaríamos muy fácilmente a nosotros mismos. Solo si te estiras un poco.
Así que salir de la comodidad es más fácil de lo que pensamos, si lo hacemos, el sufrimiento se irá y en su lugar aparecerá la seguridad, la valoración propia, una vez fuera tendrás un mundo lleno de opciones donde podrás escoger la que más se adapte a lo que buscas. ¡Atrévete!
Para esto es muy importe que planifiques y prepares estrategias basadas en tus valores y nuevas creencias que te ayudarán a mantenerte perseverante. Los hábitos juegan un papel muy importante para salir de la zona de comodidad y los hábitos son acciones que se repiten de forma periódica en el tiempo hasta que se vuelven automáticas.
Piensa: ¿En cuál de las áreas de tu vida te encuentras en la zona cómoda? Por ejemplo, pareja, familia, trabajo, dinero, desarrollo personal, profesión, hobby. Revisa cualquier otra área que para ti sea de importancia.
Haz una revisión lo más honesta posible de todas las áreas, tómate un tiempo y quizás te encuentres con sorpresas no tan agradables que te darán otra visión y te ayudarán a dar el paso que necesitas.
Algunas reglas que te ayudarán a salir de dónde estás:
Tomar conciencia de tu situación, es darte cuenta que es el momento de salir de ella.
Hacerte responsable de tu vida y no tener miedo de cometer errores, éstos son fuente de aprendizaje que nos obligan a hacerlo de forma diferente.
Enfocarte en lo que quieres lograr y no en el miedo de hacer algo diferente, pasito a pasito.
Regalarte la posibilidad de vivir la vida que quieres y no vivir la vida que otros quieren que vivas.
Comprometerte, te dará empoderamiento.
Planificar las estrategias y tomar nuevas rutas, y cambiar las veces que sean necesarias hasta que consigas tu objetivo.
No estás solo, busca gente, grupos aliados que te acompañen y que hayan logrado lo que tú quieres.
Modela la excelencia de los otros que han estado como tú. Mantente firme y no desistas.
Conectarte con los porqués, que te harán salir de esa zona de comodidad.
Y si lo no lo haces: ¿qué es lo peor que podría pasarte?

Y si sí lo haces: ¿qué es lo mejor que podría pasarte?

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