jueves, 13 de agosto de 2015

El Propósito de una Meta


La meta adecuada te dará el incentivo necesario para desarrollar tu consciencia. Eres la expresión perfecta de un poder infinito. Para ti, todas las cosas son posibles. A medida que vayas adquiriendo un conocimiento más preciso de tu identidad con el poder infinito en tú interior y las leyes de expresión que lo regulan, ese conocimiento se reflejará en los resultados que obtengas. Todo aspecto de tu vida es un reflejo exacto de tu propio nivel de conocimiento.

“La mente es la fuerza maestra que moldea y produce. Y tú eres mente. Cada vez que utilizas la herramienta del pensamiento y con ella le das forma a tu deseo, creas mil alegrías o mil males. Pensamos en secreto y lo que estábamos pensando se hace realidad. El ambiente que nos rodea es simplemente nuestro espejo”
James Alien

La consciencia que buscas exige que se reemplace el paradigma antiguo; el paradigma heredado genéticamente y creado por tu ambiente. Es un proceso de condicionamiento que dura toda la vida, para casi todos los seres humanos.


El condicionamiento, es decir el paradigma, es un conjunto de muchísimas ideas radicadas en tu subconsciente. Por lo general, estas ideas se llaman hábitos.

Tienes una multitud de pensamientos grabados en tu subconsciente que necesitan ser reemplazados. Ellos son la causa de los resultados no deseados que estás obteniendo actualmente. Estas ideas te están atrasando, están sofocando tu crecimiento personal. Son negativas y por lo tanto destructivas. Cuando se suprime algún hábito negativo sin reemplazarlo conscientemente con otro positivo, se reemplazará casi de inmediato con otro hábito negativo. La naturaleza no tolera un vacío totalmente.

Para tener éxito al reemplazar los hábitos negativos con hábitos positivos, es indispensable contar con un motivo adecuado, una buena razón. Esa buena razón es una meta.

Cuando tú hayas logrado mejorar tus hábitos del pasado, es porque te fijaste una meta consciente o inconscientemente. Contabas con una razón para hacer lo que se tenía que hacer. Y mientras más firme sea tu deseo de lograr tu meta, más fácil será cambiar tu paradigma antiguo. Siempre has contado con la energía necesaria para cumplir con la tarea y siempre contarás con ella.

“Ponte a hacer lo que hay que hacer y contarás con la energía para hacerlo”
Ralph Waldo Emerson

Para poder estar totalmente seguro de mejorar tu calidad de vida, es esencial que la meta que elijas sea algo especial. La meta tiene que ser algo que te atraiga profundamente. Debe ser algo que sea muy importante para ti. No es necesario que lo justifiques ante los demás, ni siquiera tienes que hacerlo contigo mismo. Pero es indispensable que tú lo desees -debes desearlo de corazón, porque si no, la meta no cumplirá su objetivo-.

Al elegir una meta adecuada, todos los aspectos de tu vida mejoran ya que adquieres una mayor consciencia conforme vas acercándote a la meta.

Cuando tú hayas logrado mejorar tus hábitos del pasado, es porque te fijaste una meta consciente o inconscientemente. Contabas con una razón para hacer lo que se tenía que hacer. Y mientras más firme sea tu deseo de lograr tu meta, más fácil será cambiar tu paradigma antiguo. Siempre has contado con la energía necesaria para cumplir con la tarea y siempre contarás con ella.

“No hagas planes pequeños; no tienen esa fuerza que empuja tu sangre y lo más seguro es que no se lleven a cabo. Planea a lo grande; busca la excelencia en tu trabajo, tomando en cuenta que una vez registrado en tu mente el diagrama noble y lógico no muere”
Daniel H. Burnham

La mente consciente es la parte de tu ser que piensa, razona - aquí reside tu libre albedrío. La mente consciente puede aceptar o rechazar cualquier idea. Ninguna persona o circunstancia puede hacer que tengas ideas o pensamientos que tú no escojas. A través del tiempo, los "pensamientos" que escojas determinarán los resultados en tu vida. Todo dolor, placer o limitación -se inicia en la mente consciente o se acepta de modo ciego de alguna fuente externa-.

Al aceptar un pensamiento, éste se queda grabado en tu mente subconsciente, o sea, la segunda parte de tu personalidad.

Objetivos, Metas, Deseos, Sueños y Propósitos
En ocasiones, la claridad que tengamos sobre las cosas a las cuales queremos llegar, tener o ser, determina en gran medida el logro efectivo de las mismas.

Muchas veces las personas al no saber qué es justamente lo que quieren lograr, pasan sus vidas preguntándose, por qué el éxito y el triunfo no están de su lado. El no saber lo que se quiere, es un problema muy común que hemos afrontado.

Cuando planeas un viaje, por ejemplo. Siempre sabes a dónde quieres ir. Siempre conoces tu destino de antemano y eso te permite facilitar todo. Normalmente te has visualizado estando en el sitio y has hablado del tema bastante así sea contigo mismo. Cuentas con una claridad suficientemente grande como para que lograr lo que quieres sea relativamente fácil y simple.

Asimismo, muchas personas no conocen la diferencia entre objetivos, metas, deseos, sueños y propósitos. Conocer estas diferencias, puede llegar a ser vital para cuando nos propongamos algo en la vida y queramos llegar al éxito.

Más que definiciones de diccionario, son maneras de ver su aplicación en el mundo y en tu vida concretamente.

Objetivos
Los objetivos, podemos verlos como aquellos destinos que nos trazamos en la vida. Por ejemplo, un objetivo para alguien podría ser: “Ser Rico” o  “alcanzar la libertad financiera”. Otro objetivo puede ser por ejemplo, unas grandiosas vacaciones.

Los objetivos normalmente son fines que podríamos considerar grandes. Normalmente, los objetivos encaran grandes logros. Para un estudiante, su objetivo puede ser finalizar su carrera profesional. Para un profesional, puede ser el jubilarse.

Meta
Las metas por su parte, son objetivos más pequeños. En el caso del estudiante, en vez de terminar la carrera completa, su meta es terminar el año o el semestre.

En cuanto a la creación de riqueza, una meta de quien busca alcanzar el objetivo de libertad financiera, podría ser la creación de un ingreso pasivo, de entre muchos que deberá crear.

En otras palabras, un objetivo se encuentra conformado por dos o más metas, si se conforma de una sola, esa meta pasa a ser objetivo. Podríamos definir entonces más concretamente, que en vez de los objetivos ser “fines grandes”, son elementos compuestos por metas. Si no se puede dividir un objetivo en metas, entonces no es un objetivo, es una meta.

Deseos
Los deseos, son el motor de los objetivos y las metas como tal. Son los deseos los que mueven nuestro corazón y nuestra intuición. Muchos de nuestros deseos, provienen como tal de nuestra naturaleza humana. Es justamente dicha naturaleza la que nos hace buscar el placer en diferentes actividades.

Un deseo muy común en las personas es el de viajar, la distracción y el entretenimiento de conocer tierras lejanas, es un deseo que como tal data desde los primeros humanos. Son los deseos, los que nos hacen tomar malas decisiones respecto al dinero también.

Nuestros instintos rigen los deseos que día a día tenemos y estos podemos aprovecharlos justamente para que trabajen en alianza con nosotros y no en nuestra contra. El éxito que tengamos, dependerá de cómo logremos controlar nuestros deseos y de cuántos de ellos podamos materializar.

Sueños
Los sueños, son normalmente deseos idealizados. En gran medida se encuentran ubicados en el largo plazo.

Sólo se diferencian de los objetivos, por el hecho de ser mucho más ambiciosos e ideales. Normalmente nuestros sueños están basados en lo que grandes personas han conseguido en el pasado. Los sueños que podamos llegar a tener, se basan principalmente en éxitos y triunfos rotundos, que nos mueven de emoción.

Muchas veces los sueños se ven tan grandes o tan lejanos que no creemos que sean posibles. Si uno sueña algo, que otro ha conseguido, el sueño no sólo es posible, sino que es mucho más fácil, que si fuese algo exclusivo.

Propósitos
Los propósitos son la voluntad de hacer algo. Un propósito en general puede consistir en un sueño, en un deseo, en un objetivo o en una meta. Es algo que te propones. Si quisiéramos resumir todo lo que en algún momento podrías querer lograr, hablaríamos de propósitos.

Porque dada su estructura gramática, los propósitos te permiten proponerte lograr un sueño, una meta, un objetivo o un deseo que tengas.


Contar con la claridad de saber qué es lo que te propones y clasificar tus propósitos bajo la etiqueta correcta, te brinda conciencia y claridad sobre la manera cómo puedes lograrlo.

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