lunes, 24 de agosto de 2015

El Poder de la Gratitud


El valor de la gratitud se ejerce cuando una persona experimenta aprecio y reconocimiento por otra que le prestó ayuda. No consiste, necesariamente, en devolver ese favor con otro igual, sino en mostrar afecto y guardar en la memoria ese acto de generosidad. Más que centrarse en la utilidad práctica del servicio recibido, pondera la actitud amable de quien lo hizo.

Ser agradecido es apreciar a cada momento lo que los demás hacen por nosotros y generar con ellos un compromiso de confianza: como estamos conscientes de su ayuda, podremos responder de igual forma cuando ellos requieran la nuestra. Cuando la confianza crece, se convierte en amistad: dos seres humanos comparten emociones, problemas, soluciones y la ayuda fluye siempre en las dos direcciones.
Por esta razón es que ese es el sentimiento más importante que debemos ejercitar, junto con la Fe. Y su énfasis no es desmedido, dado que es el sentimiento o más bien la actitud más difícil de poseer.
Nos preguntamos cómo hacemos para agradecer algo que todavía no nos ocurrió.
Sólo cuando seamos capaces de dar las gracias a Dios, comenzaremos a comprender que todos los dones, buenos o malos, proceden de Él y que no hay nada que temer.
Al dar con agradecimiento y continuamente, te colocas en el fluir de vida y te conviertes en una entrada y salida para que el Universo abundante trabaje justamente a través de ti.
La gratitud es, pues, un reconocimiento. Es la visión espiritual que ve más allá de la evidencia de los sentidos materiales y nos capacita para percibir que la bondad de Dios está manifestándose constantemente. La gratitud es en sí misma una oración, una oración que afirma, una oración que no le pide a Dios que sea Dios, sino que reconoce que Dios siempre ha sido el Amor divino, el Dador infinito.
¿Estamos realmente agradecidos por el bien ya recibido? Entonces aprovecharemos las bendiciones que tenemos, y eso nos capacitará para recibir más. La gratitud es mucho más que una mera expresión verbal de agradecimiento. Las acciones expresan más gratitud que las palabras.
¿Cuál es esta acción que expresa más gratitud que las palabras? Es un inagotable amor por Dios, el bien. Es un amor por los hombres, nuestros hermanos, demostrado en hechos altruistas. Es una constante vigilancia de nuestro pensar para resguardarlo de pensamientos profanos, impuros, enfermizos o pecaminosos. Ésta es la gratitud que Dios requiere de nosotros. Y cuando se da, incalculables bendiciones se derraman hacia nuestra experiencia. Sin embargo, no es suficiente con restringir nuestras gracias a solamente un día del año. Porque así como el dar de Dios es del diario, así también nuestra gratitud debe ser una acción de gracias diaria. Despertemos cada día, conscientes de que éste es el día de Dios, lleno de Sus bendiciones, y que solamente tenemos que reconocerlo para beneficiamos del bien que tenemos a nuestro alcance.
Sentir emoción ante un nuevo día es vital para poder abrir los ojos y permitirte conectar en el estado de gratitud.
¿Cómo te sientes cuando vas a iniciar una “competencia” deportiva o un juego? Emocionado, con adrenalina, contento etc. aun cuando sabes que habrá desafíos y que tendrás que estirarte un poco y aprovechar tus habilidades, hay compañeros que lo hacen junto a ti ,no fuese así no tendría chiste jugar o competir solo.
Así es la vida, un juego lleno de emociones, adrenalina, desafíos etc. ¿Cierto? solo que cuando Estas llamado a ser libre, feliz, a lograr todo lo que deseas, a vivir una vida plena, cuando tienes presente todo es muy sencillo conectarte con el sentimiento de gratitud y percibir el poder que este tiene.
Muchas personas que han conseguido una vida plena, abundante y exitosa, no saben exactamente cómo lo han logrado lo que si saben es que han puesto pasión, una buena actitud, han soñado, se han sentido agradecidos y se han puesto en marcha y por supuesto todo esto emerge del poder del amor.
El sentirte agradecimiento, generado desde tu interior, automáticamente elevará la escala emocional y vendrán más cosas acorde a ese estado, así apreciaras el maravilloso, poder de la gratitud.
¿Sabías que mientras expresas gratitud no puedes emitir ningún sentimiento negativo?
Cuando estás agradeciendo no hay lugar para las quejas, los lamentos, la frustración o la tristeza.
Simplemente, cuando agradeces, estás transmitiendo al Universo que estás preparado para recibir todavía más… ¡mucho más!
Y recuerda que el Universo siempre te da lo que le pides.
Pero, además, cuando dices “gracias” porque realmente te sientes agradecido, te estás enfocando en todo lo que representa la gratitud.
¿Y qué significa eso? Cuando expresas gratitud tus pensamientos son positivos, y eso hace que sientas determinadas emociones positivas. Tu vibración será mucho más fuerte porque recuerda que vibras acorde a cómo te sientes, y en base a eso se crea tu realidad.
Así, pues, ¿te has parado a pensar cómo cambiará tu realidad si empiezas a incorporar el hábito diario de expresar gratitud?
Cuando expresas gratitud estás creando una fuerza que atrae todas esas cosas y otras similares hacia a ti.

Las palabras de gratitud son especialmente poderosas, porque la gratitud es la luz en sí misma. Cuando la Tierra se llena de la luz de la gratitud, su fuerza revive, y su sufrimiento se hace más ligero, y puede seguir ofreciendo su amor y apoyo a la humanidad.

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