El valor de la gratitud se ejerce cuando una
persona experimenta aprecio y reconocimiento por otra que le prestó ayuda. No
consiste, necesariamente, en devolver ese favor con otro igual, sino en mostrar
afecto y guardar en la memoria ese acto de generosidad. Más que centrarse en la
utilidad práctica del servicio recibido, pondera la actitud amable de quien lo
hizo.
Ser agradecido es apreciar a cada momento lo
que los demás hacen por nosotros y generar con ellos un compromiso de
confianza: como estamos conscientes de su ayuda, podremos responder de igual
forma cuando ellos requieran la nuestra. Cuando la confianza crece, se
convierte en amistad: dos seres humanos comparten emociones, problemas,
soluciones y la ayuda fluye siempre en las dos direcciones.
Por esta razón es que ese es el sentimiento
más importante que debemos ejercitar, junto con la Fe. Y su énfasis no es
desmedido, dado que es el sentimiento o más bien la actitud más difícil de
poseer.
Nos preguntamos cómo hacemos para agradecer
algo que todavía no nos ocurrió.
Sólo cuando seamos capaces de dar las gracias
a Dios, comenzaremos a comprender que todos los dones, buenos o malos, proceden
de Él y que no hay nada que temer.
Al dar con agradecimiento y continuamente, te
colocas en el fluir de vida y te conviertes en una entrada y salida para que el
Universo abundante trabaje justamente a través de ti.
La gratitud es, pues, un reconocimiento. Es la visión
espiritual que ve más allá de la evidencia de los sentidos materiales y nos
capacita para percibir que la bondad de Dios está manifestándose
constantemente. La gratitud es en sí misma una oración, una oración que afirma,
una oración que no le pide a Dios que sea Dios, sino que reconoce que Dios
siempre ha sido el Amor divino, el Dador infinito.
¿Estamos realmente agradecidos por el bien ya
recibido? Entonces aprovecharemos las bendiciones que tenemos, y eso nos
capacitará para recibir más. La gratitud es mucho más que una mera expresión
verbal de agradecimiento. Las acciones expresan más gratitud que las palabras.
¿Cuál es esta acción que expresa más gratitud
que las palabras? Es un inagotable amor por Dios, el bien. Es un amor por los
hombres, nuestros hermanos, demostrado en hechos altruistas. Es una constante
vigilancia de nuestro pensar para resguardarlo de pensamientos profanos,
impuros, enfermizos o pecaminosos. Ésta es la gratitud que Dios requiere de
nosotros. Y cuando se da, incalculables bendiciones se derraman hacia nuestra
experiencia. Sin embargo, no es suficiente con restringir nuestras gracias a
solamente un día del año. Porque así como el dar de Dios es del diario, así
también nuestra gratitud debe ser una acción de gracias diaria. Despertemos
cada día, conscientes de que éste es el día de Dios, lleno de Sus bendiciones,
y que solamente tenemos que reconocerlo para beneficiamos del bien que tenemos
a nuestro alcance.
Sentir emoción ante un nuevo día
es vital para poder abrir los ojos y permitirte conectar en el estado de
gratitud.
¿Cómo te sientes cuando vas a
iniciar una “competencia” deportiva o un juego? Emocionado, con adrenalina,
contento etc. aun cuando sabes que habrá desafíos y que tendrás que estirarte
un poco y aprovechar tus habilidades, hay compañeros que lo hacen junto a ti
,no fuese así no tendría chiste jugar o competir solo.
Así es la vida, un juego lleno de
emociones, adrenalina, desafíos etc. ¿Cierto? solo que cuando Estas llamado a
ser libre, feliz, a lograr todo lo que deseas, a vivir una vida plena, cuando
tienes presente todo es muy sencillo conectarte con el sentimiento de gratitud
y percibir el poder que este tiene.
Muchas personas que han
conseguido una vida plena, abundante y exitosa, no saben exactamente cómo lo
han logrado lo que si saben es que han puesto pasión, una buena actitud, han
soñado, se han sentido agradecidos y se han puesto en marcha y por supuesto
todo esto emerge del poder del amor.
El sentirte agradecimiento,
generado desde tu interior, automáticamente elevará la escala emocional y
vendrán más cosas acorde a ese estado, así apreciaras el maravilloso, poder de
la gratitud.
¿Sabías que mientras
expresas gratitud no puedes emitir ningún sentimiento negativo?
Cuando estás
agradeciendo no hay lugar para las quejas, los lamentos, la frustración o la
tristeza.
Simplemente, cuando
agradeces, estás transmitiendo al Universo que estás preparado para recibir
todavía más… ¡mucho más!
Y recuerda que el
Universo siempre te da lo que le pides.
Pero, además, cuando
dices “gracias” porque realmente te sientes agradecido, te estás enfocando en
todo lo que representa la gratitud.
¿Y qué significa eso?
Cuando expresas gratitud tus pensamientos son positivos, y eso hace que sientas
determinadas emociones positivas. Tu vibración será mucho más fuerte porque
recuerda que vibras acorde a cómo te sientes, y en base a eso se crea tu
realidad.
Así, pues, ¿te has
parado a pensar cómo cambiará tu realidad si empiezas a incorporar el hábito
diario de expresar gratitud?
Cuando expresas gratitud
estás creando una fuerza que atrae todas esas cosas y otras similares hacia a
ti.
Las palabras de gratitud
son especialmente poderosas, porque la gratitud es la luz en sí misma. Cuando
la Tierra se llena de la luz de la gratitud, su fuerza revive, y su sufrimiento
se hace más ligero, y puede seguir ofreciendo su amor y apoyo a la humanidad.
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