LA HUMILDAD

"La verdadera experiencia de lo divino

nos hace humildes,

quien no es humilde no ha tenido

una experiencia real de Dios"

 

Esta frase es uno de los principios más importantes del camino espiritual. Contiene un único e incorruptible criterio para distinguir un maestro verdadero de uno falso.

 

Aquel que se celebra a sí mismo y se deja adular como “maestro”, “iluminado”, “gurú”, no puede haber estado en presencia de Dios. Todos “los grande de espíritu” son personas sencillas, vivían de manera sencilla, enseñaban de forma sencilla y amaban sin límites. El estar en su presencia enciende la llama de la luz divina en nosotros, sin necesidad de usar grandes palabras.

Un verdadero buscador de la verdad que pueda mirar tras el velo que separa el tiempo y la eternidad, observará allí una gloria inexpresable y majestuosa, de tal magnitud, que solamente al mirarla caerá de rodillas.

Nadie que tenga en su alma algo de la luz Divina, seguirá buscando los titulares del mundo. Encontrará los pocos, que quieran escucharlo, en el silencio y lejos del ruido del mundo y les transmitirá, si en su corazón son humildes, un poco de la luz de la eternidad para darles la posibilidad de descorrer ellos mismos el “velo de Isis”