La
meta adecuada te dará el incentivo necesario para desarrollar tu consciencia.
Eres la expresión perfecta de un poder infinito. Para ti, todas las cosas son
posibles. A medida que vayas adquiriendo un conocimiento más preciso de tu
identidad con el poder infinito en tú interior y las leyes de expresión que lo
regulan, ese conocimiento se reflejará en los resultados que obtengas. Todo
aspecto de tu vida es un reflejo exacto de tu propio nivel de conocimiento.
“La
mente es la fuerza maestra que moldea y produce. Y tú eres mente. Cada vez que
utilizas la herramienta del pensamiento y con ella le das forma a tu deseo, creas mil alegrías o mil males. Pensamos en
secreto y lo que estábamos pensando se hace realidad. El ambiente que nos rodea
es simplemente nuestro
espejo”
James
Alien
La consciencia que buscas exige que se
reemplace el paradigma antiguo; el paradigma heredado genéticamente y creado
por tu ambiente. Es un proceso de condicionamiento que dura toda la vida, para
casi todos los seres humanos.
El condicionamiento, es decir el
paradigma, es un conjunto de muchísimas ideas radicadas en tu subconsciente.
Por lo general, estas ideas se llaman hábitos.
Tienes una multitud de pensamientos
grabados en tu subconsciente que necesitan ser reemplazados. Ellos son la causa
de los resultados no deseados que estás obteniendo actualmente. Estas ideas te
están atrasando, están sofocando tu crecimiento personal. Son negativas y por
lo tanto destructivas. Cuando se suprime algún hábito negativo sin reemplazarlo
conscientemente con otro positivo, se reemplazará casi de inmediato con otro
hábito negativo. La naturaleza no tolera un vacío totalmente.
Para
tener éxito al reemplazar los hábitos negativos con hábitos positivos, es
indispensable contar con un motivo adecuado, una buena razón. Esa buena razón
es una meta.
Cuando tú hayas logrado mejorar tus
hábitos del pasado, es porque te fijaste una meta consciente o
inconscientemente. Contabas con una razón para hacer lo que se tenía que hacer.
Y mientras más firme sea tu deseo de lograr tu meta, más fácil será cambiar tu
paradigma antiguo. Siempre has contado con la energía necesaria para cumplir
con la tarea y siempre contarás con ella.
“Ponte a hacer lo que hay que
hacer y contarás con la energía para hacerlo”
Ralph
Waldo Emerson
Para poder estar totalmente seguro de
mejorar tu calidad de vida, es esencial que la meta que elijas sea algo
especial. La meta tiene que ser algo que te atraiga profundamente. Debe ser
algo que sea muy importante para ti. No es necesario que lo justifiques ante
los demás, ni siquiera tienes que hacerlo contigo mismo. Pero es indispensable
que tú lo desees -debes desearlo de corazón, porque si no, la meta no cumplirá
su objetivo-.
Al
elegir una meta adecuada, todos los aspectos de tu vida mejoran ya que
adquieres una mayor consciencia conforme vas acercándote a la meta.
Cuando tú hayas logrado mejorar tus
hábitos del pasado, es porque te fijaste una meta consciente o
inconscientemente. Contabas con una razón para hacer lo que se tenía que hacer.
Y mientras más firme sea tu deseo de lograr tu meta, más fácil será cambiar tu
paradigma antiguo. Siempre has contado con la energía necesaria para cumplir
con la tarea y siempre contarás con ella.
“No hagas planes pequeños; no
tienen esa fuerza que empuja tu sangre y lo más seguro es que no se lleven a
cabo. Planea a lo grande; busca la excelencia en tu trabajo, tomando en cuenta
que una vez registrado en tu mente el diagrama noble y lógico no muere”
Daniel H. Burnham
La mente consciente es la parte de tu
ser que piensa, razona - aquí reside tu libre albedrío. La mente consciente
puede aceptar o rechazar cualquier idea. Ninguna persona o circunstancia puede
hacer que tengas ideas o pensamientos que tú no escojas. A través del tiempo,
los "pensamientos" que escojas determinarán los resultados en tu
vida. Todo dolor, placer o limitación -se inicia en la mente consciente o se
acepta de modo ciego de alguna fuente externa-.
Al aceptar un pensamiento, éste se
queda grabado en tu mente subconsciente, o sea, la segunda parte de tu
personalidad.
Objetivos, Metas, Deseos, Sueños y Propósitos
En ocasiones, la claridad que tengamos sobre las
cosas a las cuales queremos llegar, tener o ser, determina en gran medida el
logro efectivo de las mismas.
Muchas veces las personas al no saber qué es
justamente lo que quieren lograr, pasan sus vidas preguntándose, por qué el éxito
y el triunfo no están de su lado. El no saber lo que se quiere, es un problema
muy común que hemos afrontado.
Cuando planeas un viaje, por ejemplo. Siempre sabes
a dónde quieres ir. Siempre conoces tu destino de antemano y eso te permite
facilitar todo. Normalmente te has visualizado estando en el sitio y has
hablado del tema bastante así sea contigo mismo. Cuentas con una claridad
suficientemente grande como para que lograr lo que quieres sea relativamente
fácil y simple.
Asimismo, muchas personas no conocen la diferencia
entre objetivos, metas, deseos, sueños y propósitos. Conocer estas diferencias,
puede llegar a ser vital para cuando nos propongamos algo en la vida y queramos
llegar al éxito.
Más que definiciones de diccionario, son maneras de
ver su aplicación en el mundo y en tu vida concretamente.
Objetivos
Los objetivos, podemos verlos como
aquellos destinos que nos trazamos en la vida. Por ejemplo, un objetivo para
alguien podría ser: “Ser Rico” o “alcanzar
la libertad financiera”. Otro objetivo puede ser por ejemplo, unas grandiosas
vacaciones.
Los
objetivos normalmente son fines que podríamos considerar grandes. Normalmente,
los objetivos encaran grandes logros. Para un estudiante, su objetivo puede ser
finalizar su carrera profesional. Para un profesional, puede ser el jubilarse.
Meta
Las metas por su parte, son objetivos
más pequeños. En el caso del estudiante, en vez de terminar la carrera
completa, su meta es terminar el año o el semestre.
En cuanto
a la creación de riqueza, una meta de quien busca alcanzar el objetivo de
libertad financiera, podría ser la creación de un ingreso pasivo, de entre
muchos que deberá crear.
En otras
palabras, un objetivo se encuentra conformado por dos o más metas, si se
conforma de una sola, esa meta pasa a ser objetivo. Podríamos definir entonces
más concretamente, que en vez de los objetivos ser “fines grandes”, son
elementos compuestos por metas. Si no se puede dividir un objetivo en metas,
entonces no es un objetivo, es una meta.
Deseos
Los deseos, son el motor de los
objetivos y las metas como tal. Son los deseos los que mueven nuestro corazón y
nuestra intuición. Muchos de nuestros deseos, provienen como tal de nuestra
naturaleza humana. Es justamente dicha naturaleza la que nos hace buscar el
placer en diferentes actividades.
Un deseo
muy común en las personas es el de viajar, la distracción y el entretenimiento
de conocer tierras lejanas, es un deseo que como tal data desde los primeros
humanos. Son los deseos, los que nos hacen tomar malas decisiones respecto al
dinero también.
Nuestros instintos
rigen los deseos que día a día tenemos y estos podemos aprovecharlos justamente
para que trabajen en alianza con nosotros y no en nuestra contra. El éxito que
tengamos, dependerá de cómo logremos controlar nuestros deseos y de cuántos de
ellos podamos materializar.
Sueños
Los sueños, son normalmente deseos
idealizados. En gran medida se encuentran ubicados en el largo plazo.
Sólo se
diferencian de los objetivos, por el hecho de ser mucho más ambiciosos e
ideales. Normalmente nuestros sueños están basados en lo que grandes personas
han conseguido en el pasado. Los sueños que podamos llegar a tener, se basan
principalmente en éxitos y triunfos rotundos, que nos mueven de emoción.
Muchas
veces los sueños se ven tan grandes o tan lejanos que no creemos que sean
posibles. Si uno sueña algo, que otro ha conseguido, el sueño no sólo es
posible, sino que es mucho más fácil, que si fuese algo exclusivo.
Propósitos
Los propósitos son la voluntad de
hacer algo. Un propósito en general puede consistir en un sueño, en un deseo,
en un objetivo o en una meta. Es algo que te propones. Si quisiéramos resumir
todo lo que en algún momento podrías querer lograr, hablaríamos de propósitos.
Porque
dada su estructura gramática, los propósitos te permiten proponerte lograr
un sueño, una meta, un objetivo o un deseo que tengas.
Contar
con la claridad de saber qué es lo que te propones y clasificar tus propósitos
bajo la etiqueta correcta, te brinda conciencia y claridad sobre la manera cómo
puedes lograrlo.
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