Hablar de música es hablar de vibraciones que van a llegar a lo más
recóndito de nuestro organismo sin que nosotros, a nivel consciente, tengamos
que hacer el menor esfuerzo.
Estas vibraciones provocarán un cambio muy lento,
pero de bases sólidas, en cada uno de los órganos afectados.
De igual forma a nivel psicológico, la música nos ayuda a contactar con
estados de conciencia mucho más profundos de los que en estados de vigilia
normal nos encontramos.
En ese nuevo .nivel, podremos realizar una nueva
lectura de todas nuestras experiencias, vivencias, proyección hacia el futuro,
etc. Desde ese momento estamos tomando las riendas de nuestra vida, pudiendo
hacer de ella lo que nosotros queramos, y no las marionetas en las que nos
convertimos.
Los campos de aplicación, son todos aquellos en
los que el ser humano esté de un modo u otro implicado. De espectacular podemos
calificar los resultados cuando el sujeto puede apreciar en primera persona su
avance, al eliminar barreras que hasta ese momento le parecían infranqueables;
como las que pueden anteponer situaciones provocadas por drogodependencia,
Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple o también la estimulación a través de
la música para que el propio organismo genere y segregue sus propias dosis de
efecto sobre situaciones traumáticas que requieran de algún tipo de anestesia, aliviando
cuadros de dolor hasta su completa normalización.
Al igual que una piedra arrojada a un estanque,
tiene una onda expansiva, de la misma forma, cualquier labor ejercida sobre
nosotros mismos, tiene un efecto sobre nuestro organismo y también, aunque en
un principio no lo constatemos, sobre los que nos rodean, con lo que
conseguimos un efecto multiplicador, que no es exagerado catalogarlo de revolucionario.
Las óperas de Mozart, las
sinfonías de Tchaikovsky, los cantos gregorianos... La música es un placer para
nuestros sentidos y una de las mejores terapias para el cuerpo y el espíritu.
No necesitamos
palabras cuando disfrutamos de una melodía que nos hace vivir profundos
sentimientos. La musicoterapia es una disciplina terapéutica que contribuye a
mejorar nuestra salud física y psicológica, nos conecta con la vida y la
naturaleza y nos hace crecer espiritualmente.
El poder de la
música es inmenso. Sólo tienes que encontrar tus melodías y abrirte a ellas. En
soledad, con los amigos, en la playa... Cualquier momento y lugar es adecuado
para dejarte invadir por la energía curativa de la música.
"La música es el lenguaje universal"
Richard Wagner
La música
posee un destacado poder curativo para la salud, aportando beneficios,
propiedades y virtudes interesantes en el tratamiento de enfermedades o mejora
del estado de ánimo.
No hay nada
más relajante que escuchar un poco de música relajante mientras, por ejemplo,
nos encontramos leyendo nuestro libro favorito, o simplemente cuando deseamos
relajarnos un poco después de un día ajetreado y difícil.
Al igual que no
hay nada mejor para estimularnos que escuchar música que nos ayude a aumentar
nuestro estado de ánimo, e incluso que nos activen para realizar determinadas
tareas o trabajos.
Lo cierto es
que, desde que existe, la música se ha convertido en una opción ideal para
mejorar o aliviar nuestro estado de ánimo, de ahí que exista la Musicoterapia
como terapia gracias al poder curativo de la música.
Se ha
demostrado de hecho que son muchísimos los diferentes beneficios que nos aporta
la música, más aún no solo en el tratamiento de diferentes enfermedades o como
técnica para solucionar determinados trastornos. También para mejorar nuestra
salud e incluso nuestro estado de ánimo.
Efectos emocionales de la música
La música es capaz de cambiar –y mejorar-
nuestro estado de ánimo. De hecho, dependiendo del tipo de música que estemos
escuchando, ésta tiene la capacidad de alegrarnos (aumentando por tanto nuestro
humor), o bien calmarnos. Todo dependerá del ritmo y tipo de música que
escojamos.
La música se convierte en un
excelente medio de expresión, constituyéndose como una buena forma para
transmitir aquello que sentimos y no hacerlo precisamente a través de palabras
o imágenes.
Efectos fisiológicos de la música
Desde un punto de vista fisiológico, la
música influye sobre nuestro ritmo cardíaco, acelerándose o volviéndose más
lento hasta el punto que se sincronizan con los ritmos musicales de las
canciones que estemos escuchando.
Dependiendo también del ritmo
musical, la música también influye sobre la presión arterial, de forma que la
tensión arterial aumenta si la música nos estimula y nos activa, o disminuye en
canciones más calmadas.
Se conoce que la música es
capaz de influir sobre las contracciones estomacales, además de modificar los niveles
hormonales.
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