Quiero vivir
la fuerza apasionada, quiero explorar todos los rincones del trayecto, quiero
experimentar la energía vital con que se deja ir el agua desde las montañas
hacia las llanuras.
Me gusta
sentir el agua intrépida, saltando sin freno por entre las rocas, bailando con
prisa y eligiendo la dirección a tomar a cada instante.
Pienso que
así se mueve mi energía cuando estoy apasionado(a) con algún proyecto: nada me
detiene, no existe el tiempo, no hay cansancio, no me percato de los límites ni
de los obstáculos; sólo quiero seguir avanzando con todas las fuerzas de mí
ser.
Con dulzura y
delicadeza, como la del agua calma, puedo alcanzar más efectivamente los
cambios que quiero en mi vida.
Igualmente,
con suavidad y gentileza puedo armonizar mejor con las personas importantes en
mi vida.
Es más fácil
lograr la transformación de esa manera que con cambios abruptos y forzados que
no resultan tan efectivos ni permanentes.
Quiero llegar
adonde he elegido ir.
A veces me
aparecen piedras en mi camino y quiero que sólo sean una resistencia
momentánea. Quiero que mi energía siga fluyendo en la dirección elegida con
toda la inspiración de la intención original.
Quiero
aprender del agua a rodear, saltar, y hasta bailar alrededor de los obstáculos
y limitaciones que me encuentre en mi camino.
Quiero
aprender a poner toda mi atención en lo que quiero y no en los impedimentos. Es
obvio que tendré que hacer algo con algunos de esos estorbos, y lo haré, pero
manteniendo mi visión general de llegar adonde me lo he propuesto.
Porque en
ocasiones me he quedado luchando en contra de algún obstáculo y he perdido mi
dirección, es que ahora quiero hacer lo que hace el agua.
Qué rica es
la tranquilidad de que cualquiera pueda saber cualquier cosa sobre mí.
Qué rico
soltar lo oscuro y hasta los grises y dejar ir lo oculto y los secretos. Habrá
quienes juzguen o critiquen, pero eso ya es de ellos, no mío.
Me gusta
andar ligero, liviano, sin cargas innecesarias.
Prefiero la
transparencia.
Por mí, no
por los demás.
Es mi
libertad lo que importa.
Quiero fluir…
Quiero
permitir que mi energía se mueva con naturalidad.
Quiero sentir
esa energía vital atravesándome por todo mi ser.
Quiero
dirigirme hacia mi destino, disfrutando cada tramo.
Quiero vivir
todos mis más grandes anhelos:
Alegría
Amor
incondicional
Abundancia
Integridad
Fuerza
Paz
Inspiración
Sabiduría
Libertad
Lo fabuloso
de esto es que es mi sueño y también el mejor aporte que le puedo hacer al
mundo y a las personas a mí alrededor.
Todo encaja y
se desata la pasión por vivir y dar todo lo mejor de mí.
¡Esto es
posible cuando conecto con mi esencia!
Mi fuerza se
manifestará cuando me conecte con mi esencia y desate la energía que viene de
mi centro.
Tantas
personas se quejan de: Tengo miedo de que…, esta situación me agota…, se me
acabaron las fuerzas para…
Eso que
sienten es el resultado de poner la atención justamente en lo que no se quiere.
Con el tiempo, sostener la atención allí termina debilitando y agotando a
cualquiera.
Dirán: “¿es
que usted quiere que ignore esa realidad y viva como si nada estuviera
pasando?”
Nadie está
sugiriendo ignorar algo que molesta. Lo que sería más constructivo es que yo
ponga toda mi atención en la solución de eso para alinear mi energía en esa
dirección.
Cuando alineo
mi energía en la dirección de lo que sí quiero, inmediatamente me siento mejor,
se empieza a desatar mi fuerza y me vuelvo más creativo.
Si lo que
tengo es miedo de lo que pueda pasar en el futuro, miedo a ciertas personas, ladrones
e incluso a los fantasmas, voy a estar cada vez más temeroso y débil si pongo
mi atención en eso que no quiero.
Voy a
conectarme con la fuerza para superar esos miedos al poner mi atención en la
abundancia de lo que quiero: Quiero prepararme bien y estar listo para lo que
sea, quiero encontrar mi centro y desde allí mi integridad física y emocional,
voy a conectarme con mi alma que es invulnerable, quiero conectar con mi centro
para desatar mi fuerza interior.
Lo que sale
de mi boca o de mi lápiz dice más de mí que de aquello que estoy hablando.
Si hablo bien
de mi país o de la gente a mi alrededor, estoy reflejando que soy una persona
positiva y optimista. Si hablo pestes, aunque pueda demostrar lo que digo, sólo
estoy acusándome como una persona negativa y pesimista.
Si veo
oportunidades o si veo obstáculos, sólo estoy reflejando los anteojos con que
ando puestos.
Cada quien
proyecta desde su propia perspectiva.
Dice el
refrán: De la abundancia del corazón habla la boca.
Lo que sale
de mi boca, obviamente es producto de los pensamientos y emociones que tengo. Y
esos pensamientos y emociones, o sea, mi vibra general, es el preámbulo de lo
que tarde o temprano terminaré viviendo.
Porque a como
vibro atraigo.
Por lo tanto,
lo que sale de mi boca habla más de mí que de aquello que estoy hablando, pero
sobre todo me indica el tipo de futuro que me estoy construyendo.
Quiero vivir
una vida intensa, con abundancia y felicidad.
Siempre supe
que había un camino de crecimiento personal absolutamente seguro para alcanzar
esos estados tan extraordinarios.
El camino de
crecimiento personal es en realidad un arte…
El arte de
descubrir lo mejor de mí, la esencia de la persona que verdaderamente soy y
vivir desde allí en todo momento de mi vida.
Si al elegir
cualquier rumbo me baso en lo que siento más coherente con “lo mejor de mí”, me
aseguro de vivir lo que más me ilusiona, lo que me alegra, lo que me libera y
me construye.
Si desde lo
más profundo de mi ser quiero tener éxito pero vibro con los obstáculos y
dificultades para alcanzarlo, me estoy traicionando. Si anhelo paz y
tranquilidad pero me enfoco en los desajustes, no estoy siendo auténtico(a).
Si deseo ser
músico, pero estudio otra cosa porque promete un mejor rendimiento económico,
me estoy traicionando. Si quiero ser más espontáneo, pero no me lo permito
porque mi pareja se podría molestar, no estoy siendo auténtico(a).
Para
encontrar mi autenticidad busco adentro.
Hago a un
lado lo que se espera de mí y el qué dirán, para poder identificar lo que viene
de mi esencia. En vez de calcular qué me conviene más, permito que lo que
anhelo emerja desde adentro.
Empiezo poco
a poco y avanzo a paso firme.
¡Desde ya
siento lo poderoso de este proceso!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario