¿Es el destino una fuerza externa
implacable que gobierna al hombre? Este concepto ha influenciado a mucha gente,
haciéndoles pensar que lo que tenga que pasar, pasará y no se puede hacer nada
al respecto.
El destino se refiere a algo que
ha sido decretado - pero ha sido ordenado por ti, por medio de la ley de la
causalidad o por medio del karma. Dios te dio la libertad de decidir cómo
quieres actuar; pero la ley de la causalidad controla el porvenir de acuerdo
con la naturaleza de la acción. De este modo, cada acto se transforma en un una
causa que producirá cierto efecto. Cuando pongas en movimiento una causa
determinada, el efecto responderá inevitablemente a esa causa. Estés haciendo
el bien o el mal, debes cosechar el resultado de esa acción. Así, día a día
estás creando las causas que determinan tu destino.
Mientras estás comiendo es
probable que digas, ‘Comeré un poco más.’ Y cuando has terminado piensas, ‘No
debería haber comido tanto.’ Esta es la naturaleza humana. Somos las criaturas
más extrañas de toda la creación. Nos llamamos seres inteligentes, pero somos
esclavos de nuestros deseos. A causa de ese ‘un poco más’, descubres un día que
tienes problemas de corazón o dolores de estómago. Entonces dices, ‘¿Por qué me
sucede esto? Seguro que estaba destinado a enfermar.’ Pero no es eso. Te
olvidas de que comiste ese ‘poco más’, cuando deberías haber usado el
autocontrol y no haber comido tanto. Si un motor está sobrecargado y aún lo
cargas más, lo estarás forzando mucho. Podría dejar de funcionar. De la misma
manera, sobrecargaste el motor de tu digestión. Esa fue la causa, y fue creada
por ti; tus dolores de estómago son solo el resultado.
Porqué Somos Diferentes de los
Demás: Detrás de la luz de cada bombilla se esconde la corriente eléctrica;
detrás de cada pequeña ola se halla el vasto océano, del que surgen las demás
olas. Esto mismo ocurre con los seres humanos. Dios hizo a cada hombre a su
imagen, y a cada uno dio la libertad. Pero olvidas la fuente de donde bienes y
el inigualable poder divino que forma parte de nosotros. Las posibilidades de
este mundo son ilimitadas, así como el progreso humano. Aunque parece que cada
ser humano nace con limitaciones definidas. Estas son resultado de la operación
de la ley del karma. Todas las causas de enfermedad o repentinos fracasos
financieros y demás problemas que aparecen sin previo aviso, y sin que sepas el
por qué, fueron creadas por ti en el pasado, en esta o en pasadas
reencarnaciones, y han estado germinando silenciosamente en tu conciencia. Si
hubieras poseído la sabiduría, hubieses podido reducir los efectos mediante una
correcta actuación; pero acostumbras a llevar una vida que es generalmente
inconsciente de los posibles resultados de vuestros pensamientos y acciones.
Así, cuando sucede algún contratiempo sin razón aparente, dices, ‘Bueno, cosas
del destino.’ Tus problemas o enfermedades empezaron con acciones erróneas que
realizastes en vidas pasadas, y los efectos de estas acciones han estado hirviendo
en vuestro interior esperando el momento adecuado para salir al exterior.
Enfermedad, salud; fracaso,
éxito; desigualdad, equilibrio; muerte prematura, larga vida - estos son los
resultados de las acciones del pasado. Estos provocan que cada uno de nosotros
venga a este mundo con distintos grados de bondad o maldad. De esta forma,
aunque Dios nos hizo a su imagen y semejanza, no hay dos personas iguales; cada
uno ha utilizado la libertad que le ha dado Dios para hacerse distinto. Es por
esto que hay quien sufre por el más pequeño contratiempo. Otros se enfadan a la
mínima provocación. Y también están aquellos que comen sin parar y no tienen
autocontrol. ¿Los hizo Dios así? No. Cada persona se ha hecho a sí misma tal y
como es. No habría justicia en el mundo si Dios nos hubiera hecho así
arbitrariamente. A veces pienso que Dios debe estar maravillándose con el gran
zoológico de seres humanos que hay aquí, culpándole por un dolor de cabeza o
metiéndose siempre en problemas. No culpes a Dios ni a nadie más si estáis
sufriendo por una enfermedad, por problemas financieros o sobresaltos
emocionales. Tú creaste la causa de esos problemas en el pasado y debéis tomar
una mayor determinación para desarraigarlos ahora.
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