Frecuentemente nos encontramos
con personas que nos expresan su insatisfacción por no sentirse comprendidas, y
algunas veces podemos identificarnos con ellas. Puede parecernos extraño pero
si indagamos, ellas mismas en algunas ocasiones, no pueden definir con
precisión el motivo que les hace sentir de esa manera.
Es decir, no pueden precisar si
la insatisfacción es generada porque las demás personas no son capaces de
comprenderles, o por el simple hecho de no comprender porque no les comprenden.
Más aún, si se nos ocurre preguntarles si ellas mismas son capaces de
comprender la situación, algunas solo nos miraran perplejas pues están
confundidas en cuanto a la verdadera causa que genera su estado de ánimo.
Esto nos lleva a reflexionar y
darnos cuenta de la realidad de que nosotros tampoco comprendemos a aquellos
que consideramos que no nos comprenden, y no podía ser de otra manera, pues
solo quien se comprende a sí mismo es capaz de comprender a los demás.
Conviene a partir de ese momento
preguntarnos si los motivos que nos impulsan a realizar nuestras acciones están
en armonía con nuestros propósitos, y si comprendemos porque actuamos como lo
hacemos. Es importante tomar esto en consideración, pues algunas veces somos
impulsados a la acción por motivos subconscientes y si no estamos alerta
podemos crear situaciones que no se corresponden con nuestra armonía personal.
Un ejemplo seria ese de decir "No sé
cómo he podido hacer eso, si en realidad nunca me ha gustado".
Para facilitar la comprensión de
estas situaciones es importante tomar en consideración los estados de ánimo de
todas las personas involucradas, incluyendo los nuestros, para de esta manera
poder tener una mejor percepción de los hechos, y el significado que cada uno
le otorga desde su punto de vista particular matizado por su estado de ánimo en
ese momento.
Si podemos lograr esto podremos
darnos cuenta que en algunas situaciones las personas, debido a su estado de ánimo,
solo quieren llamar la atención porque necesitan ser tomadas en cuenta, y
necesitan alguna expresión de afecto pues desde su punto de vista particular
sienten que no se les considera lo suficiente. Este punto de vista puede ser válido
o no, pero es siempre una apreciación subjetiva desde el punto de vista de cada
una de las personas involucradas.
Una vez que logramos comprender
lo anterior podemos ver claramente que lo que hasta ahora considerábamos falta
de comprensión por parte de los demás es solo la necesidad que siente cada ser
humano de recibir reconocimiento; y si somos sinceros con nosotros mismos nos
damos cuenta entonces de que lo mismo se aplica a nosotros. A partir de este
momento podremos comprendernos a nosotros mismos y si lo logramos ya no
sentiremos la necesidad de ser comprendido por los demás, pues seremos nosotros
capaces de comprenderlos a ellos.
Con esta nueva comprensión de
algunas situaciones que se presentan a diario en nuestras vidas, se abre para
nosotros una ventana que nos permite ver de otra forma más clara la vida y nos
facilita la interacción con nuestro medio ambiente y nuestros seres queridos,
aprovecharla queda de nuestra parte.
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